Cobresal y Everton se enteraron cerca de la medianoche de la suspensión del encuentro que se debía jugar hoy, a las 12 horas, en el estadio El Salvador. ¿El motivo? El gobernador de la provincia de Chañaral, Ignacio Urcullú, tomó la decisión luego que un trabajador contratista falleciera en una de las protestas que tienen convulsionada a la ciudad. No había contigente policial suficiente para resguardar el encuentro.
Lo cierto es que ambos elencos lamentaron la noticia. Y si bien entrenaron durante la mañana por cerca de una hora y media, los viñamarinos viajaron de inmediato a Copiapó para retornar a la Quinta Región. Ni siquiera esperaron una reprogramación.
"No se va a jugar este fin de semana. Everton ya va de regreso. La idea era jugar, pero no había contingente de Carabineros, según nos informó las autoridades", dijo Juan Silva, gerente deportivo de Cobresal.
En Everton se comunicaron con la ANFP y quieren una indemnización por el costo que significó trasladarse a El Salvador, a lo que se le debe sumar el hospedaje. Aseguran que no fue culpa de la sede de Quilín, pero sí está en manos de ellos poder reembolsar uno de los viajes más caros del año: $10 millones. Además, se debe coordinar el duelo en una sede que ambos elencos aprueben. "Uno se pone en el lugar de Everton y entiende la molestia. Hay una logística, y un tema económico. Pero ya no depende de nosotros", dijo Silva.