Los primeros minutos de Everton fueron letales. Y Unión Española no alcanzó a tomarle ni la patente a los jugadores ruleteros.

Es que en menos de 15 minutos, los dueños de casa ya ganaban por dos goles y los rojos ni siquiera asomaban en el arco contrario. Transiciones rápidas y la llegada de los hombres de marca a la puntada final, simplemente mataron a los hispanos.

Primero fue Sebastián Pereira. El defensor central marcó de cabeza y patentó en el marcador el amplio dominio de los viñamarinos en los primeros nueve minutos. Y cuando los de Independencia aún pensaban como esa pelota se metió en el ángulo, vino Benjamín Berríos y desde fuera del área sacó un tiro imparable para Diego Sánchez.

Corrían doce minutos y el partido ya estaba sentenciado. Y no sólo por la diferencia en el tablero, sino también por la falta de claridad de los atacantes foráneos.

La polémica y el contragolpe

Lo más claro para Unión fue en el final del primer tiempo, cuando Rubén Farfán entró por la derecha y fue derribado por el portero Franco Torgnascioli, más el árbitro Héctor Jona desestimó la pena máxima. ¿Polémica? Claramente fue falta, pero ni el juez ni el VAR lo consideraron.

Fue así como llegó el segundo lapso y las ganas de los santiaguinos contrastaban con la efectividad de los costeros. De hecho, Everton estuvo más cerca del tercero, cuando Matías Leiva desperdició un gran contragolpe de Juan Cuevas (62′) y a los 68′, Alex Ibacache estrelló su tiro en el palo tras otra patriada de Cuevas.

El resto del encuentro fue un trámite. Formalidad necesaria para que los de la Ciudad Jardín consiguieran los tres puntos y escalaran hasta zona de Sudamericana, a la espera de lo que hagan Antofagasta, la U y Melipilla.

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