Everton sigue sufriendo, aunque pudo haber sido peor. Pese a que tuvieron las más claras, no pudieron superar a Huachipato ante la imperiosa necesidad de ganar para comenzar a escalar y soñar con salvarse. Sobre el final, Tobar se equivocó groseramente y no cobró un gol para los acereros cuando la pelota había traspasado la línea.
Ambos equipos llegaban a este encuentro con una similitud: habían vuelto al triunfo la fecha pasada, luego de no obtener victorias desde marzo. Lo que sí, enfrentaron este partido bajo contextos radicalmente distintos y por tanto, el resultado obtenido tiene diferentes sabores. Los de la quinta región no lograron salir del fondo, pese a que superaron a San Luis por diferencia de goles. Los acereros se quedan donde mismo.
Everton salió a la cancha con muchísima hambre, pero poca concreción. Fueron notoriamente superiores a los acereros con Juan Cuevas como figura. El argentino comandó todos los ataques ataques peligrosos, pero sus compañeros fallaron en la concesión. Ejemplo de aquello, a los 11', Ramos falló un cabezazo cuando estaba solo en el área chica, tras notable habilitación del zurdo. Otro invitado ingrato en el primer tiempo fueron los travesaños. El primero fue de Baeza, cuando Toselli hacía vista y el segundo Rodríguez, tras pase del Pato Rubio.
El envión de un buen primer tiempo se notó en el local. Salieron con todo y lo tuvieron en variadas ocasiones. Ahí fue cuando la figura de Lampe se agigantó. A los 57', Ramos erró nuevamente en el área chica tras un zurdazo más potente que pulcro. En los últimos 30' se le acabó la bencina a Everton, ni siquiera el hombre de más que tuvo influyó en el resultado. De hecho, Huachipato encontró la solidez y se cerró de gran forma, sin pasar sobresaltos.
Cuando el partido finalizaba, vino la polémica. Valber Huerta remató en el área y Leiva la sacó con el muslo. Los jugadores de Huachipato celebraron, es que la pelota entró. Tobar no dijo nada. Grosero error.
La presión no se aliviana y la mochila se hace cada vez más pesada en Viña. Era la oportunidad y lo desaprovecharon. El fantasma de la B ronda por Sausalito.