Everton se mantiene luchando en la pelea por el título

Esta fecha comenzó con Everton y Antofagasta cerrando la lucha por el título. Por eso, para manteneser en el grupo de elite, los ruleteros necesitaban ganar en su visita a Huachipato. Y en un duelo acompañado por la lluvia y el viento, intenso y luchado, los viñamarinos lograron un agónico triunfo por 1-2 para seguir en la pelea.

El primer tiempo fue parejo en control de la pelota, dentro de lo que se podía dadas las condiciones en que se jugaba. El peligro en los arcos fue poco y también fue compartido.Tanto Carlos Lampe como Eduardo Lobos respondieron las pocas veces que debieron trabajar.

Para el segundo tiempo César Vigevani mandó a la cancha a uno de los mejores jugadores del Transición, Yeferson Soteldo. El ingreso del venezolano se notó inmediatamente y los locales atacaron más y se vieron mejor. Pero fueron los ruleteros los que generaron la primera opción de gol de esta etapa, con un definición algo pifiada de Patricio Rubio que encontró la rápida reacción de Lampe (62').

La motivación en Everton por seguir soñando por el título provocó que el equipo de Pablo Sánchez se lanzara al ataque, equilibrando otra vez el duelo y a ratos arriesgando en el fondo. Así, a los 67', otra vez Lampe le ganó el duelo a Rubio, que cuatro minutos después respondió ante Camilo Rodríguez.

Por opciones, los viñamarinos merecían la ventaja. Y el premio llegó a los 78', con la conquista de Juan Cuevas. Pero el festejo le duro poco a Everton. Dos minutos después, Soteldo, quien más, anotó un golazo, colocando la pelota en un ángulo.

El final fue intenso, el estado de la cancha en algunos sectores, las camisetas embarradas, eran prueba del esfuerzo desplegado. Los viñamarinos no querían perder la ilusión. Huachipato quería imponerse en si casa.

Y esa misma intensidad se vivió en la jugada polémica con que terminó el duelo. Pase de Ochoa al centro del área, Cuevas estaba adelantado, pero la deja pasar para Rubio, quien sufre la infracción de Valber Huerta. Eduardo Gamboa cobra penal y recibe la furia de los locales. Y fue el mismo mexicano que originó la jugada el que puso el 1-2.

Así llegó el final, con la euforia de los visitantes y la rabia de los acereros, que le siguieron reclamando en masa al juez.