Hace unas semanas, Carlos Chandía realizó una confesión insólita. El exárbitro profesional reveló que evitó mostrarle una tarjeta amarilla a Lionel Messi con el objetivo de obtener su camiseta.
La situación ocurrió en la semifinal de la Copa América de Venezuela 2007. Ahí, la Albiceleste goleó a México y avanzó a la final, donde terminaría cayendo por 3-0 con Brasil.
En el partido válido por la ronda de los cuatro mejores, Chandía contó cómo negoció con el astro transandino para obtener su camiseta. El recordado juez nacional incluso reconoció que esto lo terminó perjudicando. “Messi me costó no arbitrar la final de la Copa América 2007, la que se jugó en Venezuela. Estaba a una amarilla de perderse la final”, comenzó señalando en diálogo con ESPN.
“Yo doy tres minutos de tiempo agregado, Argentina le iba ganando 3-0 a México. Messi de la nada levanta una pelota y la corta con la mano, en mitad de cancha”, continuó el actual alcalde de Coihueco.
La negociación con Messi y las reacciones
Chandía detalló que, a su juicio, la jugada no ameritaba alguna amonestación, pero que lo utilizó para conseguir la camiseta. “No había ninguna posibilidad de gol de México ni nada por el estilo. Entonces yo le dije: ‘Esta jugada es de amarilla, pero te va a costar la remera’. No le mostré la amarilla, quedaban dos minutos y medio, iban ganando 3-0″, indicó.
“Mostrarle la amarilla era cortarle la posibilidad de jugar la final de la Copa América. Entonces esa tarjeta amarilla me costó no arbitrar la final de esa Copa América”, añadió el otrora réferi.
Chandía, finalmente, entregó más detalles de cómo se produjo la entrega de la camiseta por parte del zurdo. “Messi me la fue a dejar al camarín después. Incluso se la quería sacar en la cancha y le dije ‘no, no, no; llévamela al camarín’. Y llegó con la camiseta al camarín, me la fue a dejar allá”, sentenció.
La confesión tardó, pero generó reacciones. Semanas después, en Argentina, se refirieron a lo sucedido. El medio TyC Sports, por ejemplo, señaló: “La grandeza de Lionel Messi va generando a su paso todo tipo de anécdotas pero ahora un exárbitro chileno sorprendió con una que excede los límites de su propias responsabilidades: confesó que no lo echó en un partido para permitirle jugar luego la final, y que a cambio le pidió su camiseta”.
Clarín, en tanto, catalogó las palabras de Chandía como una “increíble confesión” y “una confesión que ha generado controversia”. “Chandia reconoció que se dejó influir por el impacto que Messi ya comenzaba a generar en el mundo del fútbol a sus cortos 20 años. Al ser consciente de la figura que representaba Messi, el árbitro admitió haber actuado con mayor “flexibilidad” hacia él. Según Chandia, en situaciones de presión, los árbitros suelen tomar decisiones difíciles en cuestión de segundos, y en esa ocasión, su admiración por Messi pudo haber condicionado su juicio”, añadió el citado medio.
Messi jugaría la final, pero sin suerte. La selección brasileña se impuso cómodamente por 3-0 y se coronaría en Maracaibo. Sería la primera final perdida para el astro, que al final de su carrera terminaría consiguiendo todos los títulos posibles con la Albiceleste. Chandía, en tanto, se retiró en 2009. Actualmente tiene 59 años y es el alcalde de Coihueco, localidad de la región de Ñuble.