Hablar de Ezequiel Miralles (33) en Viña del Mar es sinónimo de goles y de un inolvidable título para Everton. El 3 de junio de 2008, anotó dos goles que sirvieron a los ruleteros para conquistar su cuarto título profesional. Hoy, pese a estar alejado del fútbol profesional, sigue vibrando con su pasión en la cuarta división de su país. Defiende los colores del Liniers, club de Bahía Blanca, la zona donde se crió. Desde Argentina, Súpér Mirage atiende a eldeportivo la semana en la que Everton, con el título al fondo, se enfrenta a Colo Colo, el otro plantel donde jugó.
¿Cómo fue el proceso de dejar el profesionalismo?
Pasó que, en junio de 2016, terminó mi contrato con Huracán y decidí dejar el fútbol profesional. Fue un buen año con el club. Jugamos la Copa Sudamericana y Libertadores. Me devolví a Bahía Blanca y estuve sin pisar una cancha hasta febrero de este año. Estanco acá, prometí jugar un año por Liniers, un club que disputa la Liga Sur y el Federal B. Más que nada, volví a jugar, porque es mi barrio, donde me crié. Antes que pasara todo esto, me fui de Everton de manera inesperada.
¿Por qué?
Volví con un proyecto de tres años que me prometieron los dirigentes. Estuve uno y las cosas no se dieron. Desde mi parte hice todo para seguir. Había tomado la decisión de retirarme en Everton, pero me dieron la espalda. No cumplieron nada de lo que me prometieron. El presidente de ese momento me dio la espalda. Estaba contento por ir a jugar a segunda división porque sabía que la situación se iba a revertir y que ascenderíamos.
¿Tiene rencor con la ex dirigencia?
No, rencor para nada. Intento quedarme con los mejores recuerdos. Si no se dio, habrá sido por algo. Obviamente me hubiese gustado terminar mi carrera profesional ahí.
¿Que pasó el 3 de junio de 2008?
Esa fecha está grabada. Cuánto más pasa el tiempo, se va transformando en más importante. La realidad es que Everton no sale campeón todos los años. Se ganó sin expectativas. Se armó un equipo peleando el descenso y salimos campeón. Le ganamos a Colo Colo la final con dos goles míos después de 32 años. Fue histórico.
Con qué club se identifica más, ¿Colo Colo o Everton?
Me la puso difícil. Fueron dos clubes importantes en mi carrera. Everton me dio el salto o la oportunidad que necesitaba. La gente se encariñó mucho y en Con Colo Colo también. Todos sabemos que es un club sumamente importante donde la gente te pide ganar siempre. Tienes muchas posibilidades de salir campeón. No es que quiera quedar bien con ambos clubes, pero soy sincero. Los dos fueron muy importantes en mi carrera.
¿Apuesta por un resultado para el partido?
Me pone en un compromiso. Están peleando el título ambos. No es por quedar bien, pero así lo siento.
¿Qué opinión tiene de Pablo Guede?
No lo conozco personalmente. Es difícil opinar así de una persona. En Colo Colo realmente no le he visto todos los partidos para decirle si me gusta cómo juega o no. No puedo opinar. Eso sí, en Palestino me gustó todo lo que hizo.
Sobre su paso por Brasil, ¿por qué cree que no se pudo afianzar?
Cuando Gremio me compra a mí (2011), el entrenador que estaba se va y empezó una serie de cosas raras en la dirigencia. Se fueron unos y volvieron otros. Tuve cinco entrenadores en un año. Fue una temporada rara. Cuando jugué, lo hice bien. Anoté lindos goles. Cuando se cumplió el año de contrato, salió la opción de Santos (2012) y me fui. Me fue bastante bien. Hice 13 goles en un año. Salimos campeones de la Recopa, perdimos la copa del Paulistao en la final ante Corinthians. No fue un año malo. Cuando se vendió a Neymar, comenzó una transición de seis meses en el club. Comenzaron a poner a muchos chicos cadetes en el equipo y yo tomé la decisión de irme a México. No considero que me fue brillante, pero me fue bien. En Gremio pasaron muchas cosas que la gente no las conoce. Pero tener cinco entrenadores en un año, es rarísimo.
Compartió camarín con la superestrella del Paris Saint-Germain, ¿Tiene alguna anécdota?
Déjame ver si puedo contar alguna… Yo recién había llegado a Santos y allá tienen un predio donde son tres canchas una al lado de la otra. En frente tienes un casino donde comer. Estaba almorzando varios compañeros y de pronto escucho el ruido de un helicóptero. Era Neymar, que estaba llegando a entrenar. No había llegado en la mañana porque estaba en Sao Paulo. Era la imagen del Mundial que se venía en dos años. Realmente es un jugadorazo. Fue una gran experiencia estar en Santos. Le ganamos ese año la Recopa a la U de Chile de Sampaoli en partidos de ida y vuelta.