Fallece Patricio Apey, ex tenista y formador de Fernando González y Gabriela Sabatini
A los 82 años, muere una de las figuras chilenas más importantes en el tenis mundial. Disputó la Copa Davis a comienzos de los 60, aunque fue como entrenador que alcanzó la figuración más destacada.
El tenis chileno está de duelo. En Estados Unidos, fallece Patricio Apey, uno de los entrenadores más destacados del circuito mundial, en el que también ejerció como agente de varias de las figuras más destacadas a nivel mundial. Entre los pupilos de Apey como estratega figuran jugadores de la talla de Gabriela Sabatini, Fernando González, Guillermo Coria.
Como jugador, Apey defendió a Chile en la Copa Davis entre 1961 y 1962. Disputó cuatro encuentros, con dos victorias y dos derrotas en la competencia por países. A nivel profesional, sus participaciones más destacadas las realizó en los cuadros de dobles de Wimbledon en 1961 y Roland Garros en 1972, en los que alcanzó la segunda ronda. En individuales, se fue en la primera ronda del abierto parisino, en 1962.
Complicaciones cardíacas
El ex deportista padecía diabetes, aunque en su núcleo familiar aseguran que esa situación estaba controlada. La explicación preliminar para el deceso de Apey radica en complicaciones cardíacas que experimentó. Un infarto, que sufrió ayer, en su departamento en Key Biscayne, en el estado de Florida, obligó a trasladarlo a un centro asistencial, en el que no logró restablecerse.
La familia Apey evalúa si los restos del malogrado entrenador serán trasladados a Chile o si quedarán en Estados Unidos. La decisión depende, también de las restricciones que impone la pandemia de coronavirus.
El deceso provoca dolor en el tenis nacional. “Es lamentable. En general a los ex deportistas es muy poco lo que se les reconoce. Pasó con Patricio Rodríguez, uno de los mejores técnicos del mundo, hace poco, también. Solo tengo buenos recuerdos del Pato Apey. En una Copa Davis, cuando estábamos en segunda y yo jugaba los dobles, entrenábamos con Patricio Cornejo en su academia, cuatro o cinco días, porque las series eran en Centroamérica. Siempre lo veía. Es una persona a la que el tenis va a extrañar”, apunta Hans Gildemeister, icono del deporte blanco en los ochenta.
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