Casi como ganarse el pozo mayor en un juego de azar, pero por permitir la construcción del estadio del Chelsea. Así se debe sentir la familia Croswaite, que tenía frenada la construcción del nuevo Stamford Bridge porque consideraba que un techo del flamante recinto impedía el ingreso adecuado de la luz natural.
Ante la emergencia, Roman Abramovich, propietario del club, uno de los más poderosos de la Premier League, desenfundó la chequera: ofreció un millón de dólares para terminar con el conflicto y proseguir con los trabajos, según informa The Sun. "El Chelsea llegó a un acuerdo en relación con los derechos a la luz de los vecinos. Los detalles del acuerdo son confidenciales", declaró un portavoz del club a la publicación británica.