Llegó a Unión La Calera en junio de 2018 con la promesa de ser uno de los refuerzos del conjunto cementero para el segundo semestre del año, pero hasta ahora ha generado más ruido por celebrar en sus redes sociales los triunfos del Atlético de Madrid, equipo que dirige su padre, que por sus actuaciones en el cuadro albirrojo. Transcurridos 5 meses desde su arribo, Gianluca Simeone sigue estancado como lo que llegó: una promesa.
El delantero de 20 años no ha podido encontrar continuidad y su presencia en el primer equipo de La Calera ha sido residual. Si bien a las pocas semanas de su incorporación sumó 180 minutos en la Copa Chile, su participación en el Torneo Nacional se limita a dos convocatorias, ante Audax Italiano y O'higgins, que se saldaron con cero minutos disputados.
La seguidilla de derrotas que acabó con el despido del técnico Víctor Rivero tampoco ayudó mucho a la causa del hijo del Cholo en las últimas fechas. Ni siquiera como una alternativa a la falencia de gol que afecta al equipo y que ya alcanza seis encuentros consecutivos sin convertir. La escasez de oportunidades en primera llevó al cuerpo técnico cementero a tomar la decisión de que juegue en la sub-19, donde sí se han visto brotes verdes. Con 11 anotaciones en 10 partidos es el máximo anotador de la zona centro de la Primera B del fútbol joven.
Quienes lo ven entrenar dicen que el no replicar esas actuaciones en la máxima categoría se debe a falta de madurez, tanto en lo mental como en lo futbolístico. Aseguran que las condiciones futbolísticas las tiene, es un ariete potente y bastante hábil con el balón en los pies, pero le falta esa rebeldía que caracterizó el fútbol de su padre para fabricarse un espacio en el primer equipo. La carencia de ese roce en este momento de su carrera lo hace apagarse dentro de la cancha cuando no le resultan las cosas. Ese fue uno de los motivos de que no haya sido considerado por Rivero, a quien nunca pudo convencer en las prácticas y no estaba dispuesto a invertir minutos en el desarrollo del argentino.
Pero para Simeone la situación tampoco es nueva. En River Plate, club donde se formó, no fue tomado en cuenta por Marcelo Gallardo y una fractura en el quinto metatarsiano del pie derecho en agosto del año pasado vio cortada su progresión. A comienzos de 2018 fue cedido a préstamo por los millonarios al Frosinone de la Serie B de Italia, donde solo pudo entrenar en el equipo Primavera (sub-19), pero no alcanzó a debutar en un cuadro que acabó ascendiendo a la Serie A.
En la interna del club, advierten que uno de los inconvenientes del argentino es el límite de cinco extranjeros en cancha. Habitualmente son titulares los argentinos Gonzalo Abán, Mariano Barbieri y Pablo Alvarado, junto a los uruguayos Carlos Núñez y Ángel Rodríguez, a quienes se suma el arquero suplente Lucas Giovinni. No obstante, el estar inscrito en el Fútbol Joven le permite por reglamento estar habilitado dentro del plantel sin ocupar una plaza de foráneo. Caso similar al del ecuatoriano de 18 años, Santiago Micolta, otro promisorio atacante que llegó a mediados de año procedente de Fuerza Amarilla, pero que ha jugado a cuentagotas.
En el entorno de la institución calerana la expectativa que se armó en un comienzo fue alta. En primer lugar, por el apellido. No solo por ser hijo de un histórico de la selección argentina y actualmente uno de los mejores técnicos del mundo. Sino también por el gran nivel que ha logrado su hermano, Giovanni, que le ha significado ser nominado a la Albiceleste por sus goles en la Fiorentina y es un referente para Gianluca. Sumado a esto, los transandinos que llegaron en el primer semestre a Unión La Calera habían tenido en su mayoría un buen rendimiento, por lo que había confianza entre los hinchas de que la gerencia cementera volvería a acertar con las incorporaciones. Sin embargo, hasta ahora predomina la decepción en un ambiente que estaba enrarecido hasta la salida de Rivero, a tan solo dos fechas del final del campeonato, mientras luchan por sostener una inédita clasificación a la Copa Sudamericana.
Simeone tiene contrato hasta diciembre de 2019. Su futuro inmediato será evaluado a fines de este año y el arribo del nuevo cuerpo técnico al mando de Francisco Meneghini, tal vez le abra una ventana para demostrar las cualidades que describen en él. Por ahora posee la confianza del club ya que asumen que la falta de continuidad ha lastrado sus opciones de destacar, aunque fue traído como una apuesta a mediano plazo y no se descarta una salida a préstamo a otro equipo del fútbol nacional.