"La evidencia presentada por la defensa no demuestra la no intencionalidad ni la ausencia de culpa o negligencia". Así, el Tribunal de Expertos en Dopaje sentenció el 15 de febrero a Natalia Duco (30), tras su positivo por GHRP-6, a una suspensión de tres años, a partir de abril de 2018.
Golpe duro para la multicampeona del lanzamiento de bala y para Chile, que nunca había sufrido un castigo así para una deportista de tal preponderancia.
No fue el único caso. Dos positivos en el ciclismo remecieron al Team Chile de los JJPP. Constanza Paredes arrojó una muestra analítica adversa por EPO. Y días después, el positivo por testosterona de Andrés Silva encauzó la desafiliación de la Fecichile del COCh. Silva fue detectado con la misma sustancia encontrada en las maletas de Antonio Cabrera y Felipe Peñaloza, según un informe realizado por la policía colombiana, días antes de Lima 2019.
Año convulso. Mientras se disputaban los Mundiales de Atletismo de Doha, la Agencia Antidopaje de EEUU castigó con cuatro años a Alberto Salazar, creador del Oregon Project y extécnico de Mo Farah.