Christian Garin (102° ATP) cerró la serie ante Kazajistán, para abrirle una nueva oportunidad a Chile. Se venía buscando desde hace cuatro años, pero que hasta ahora no se había alcanzado: estar dentro de los mejores 16 países de la Copa Davis. Ser parte de las Finales del torneo, o del Grupo Mundial como se le conocía antes.
La distinción está guardada para las grandes potencias. Chile vuelve a tener la opción de codearse con ellos. Pero esta Davis no es la misma a la que vivió Massú como jugador y tampoco es como la que experimentó como entrenador en 2019. La licitación ganada por Kosmos, la empresa de Gerard Piqué cambió la lógica y el formato del torneo y pese a que en esa última experiencia nacional la productora ya estaba a cargo, en estas temporadas las modificaciones no han parado.
Por ejemplo, en 2019 Chile llegó a unas Finales que eran disputadas por 18 países y que se jugaban de forma integra en Madrid. Ahora son solo 16 naciones, divididas en dos instancias. Primero, una fase grupal que se lleva a cabo en septiembre y después, en noviembre, una serie eliminatoria entre los ocho mejores.
Ese es uno de los cambios más llamativos, porque además provocó que la etapa final del evento dejara de disputarse en una ciudad (así comenzó la idea de Piqué) y pasara a jugarse en diferentes sedes en Europa. En 2022 fueron Valencia (España), Hamburgo (Alemania), Bolonia (Italia) y Glasgow (Escocia), las que albergaron a los grupos. Las llaves entre los ocho mejores se jugaron en Málaga.
Para 2023 no se han confirmado las sedes de la primera etapa, pero sí se sabe que desde los cuartos de final se jugará nuevamente en la ciudad española. Si Massú y compañía quieren ser parte, primero deberán quedar en los primeros dos puestos del grupo que disputen en septiembre. El sorteo tampoco tiene fecha, pero el año pasado se realizó en abril.
Lo que sí se sabe es quienes serán los 16 equipos que compongan dichos grupos: Estarán los dos finalistas de la edición 2022 (Australia y Canadá), dos países que llegan por invitación (España e Italia) y los 12 ganadores de las rondas clasificatorias.
En ese último grupo es donde entra Chile. También aparecen República Checa, Finlandia, Países Bajos, Suecia, Francia, Serbia, Suiza, Croacia, Gran Bretaña, Corea del Sur y Estados Unidos.
Eso sí, los únicos latinos en la instancia no la tendrán fácil. Principalmente por las condiciones a las que se tendrán que exponer: canchas duras y bajo techo, algo totalmente opuesto a lo que tuvieron este fin de semana, donde jugaron sobre polvo de ladrillo, a nivel del mar y en un estadio abierto.
El escenario podría cambiar de todas formas para 2024. El 12 de enero de este año se hizo público que la organización de la Davis rompió el contrato que la unía a Kosmos hasta 2035, por la incapacidad de la empresa para pagar las cifras que habían acordado al momento de ganar la licitación. Incluso el torneo anunció una demanda en contra de la empresa de Piqué.
Es por eso que no son pocos los que creen que el formato podría estar viviendo su último año. Nuevos contratos pueden traer nuevas ideas, sobre todo cuando el estilo implementado por el ex futbolista del Barcelona nunca fue aceptado por fanáticos ni jugadores.
Sin ir más lejos, durante este fin de semana de competencias (12 series se jugaron entre viernes y domingo) muchos jugadores abordaron el fin de la relación entre Kosmos y la Davis y cómo aquello repercutió en el torneo. “No se puede comprar la historia con dinero” dijo Alexander Zverev.. “La idea de convertirlo en un Mundial no podía funcionar. El público no respondió, fue un fracaso”, expuso el francés Nicolas Mahut. Chile vivirá, quizás, el último intento del experimento. Todo arranca en septiembre