El ciclista Antonio Cabrera vuelve a estar en el centro de la polémica. Esta vez la Federación Deportiva Nacional de Ciclismo de Chile tomó una drástica decisión. La entidad aprobó por unanimidad la determinación de no otorgarle la licencia federada al medallista panamericano. Esto implica que no podrá ser parte del alto rendimiento ni tampoco acceder a beneficios.

Mediante una carta certificada, el organismo que preside Marco Borie le comunicó la medida al pedalero, amparándose en diversas denuncias por su comportamiento, la más reciente un presunto episodio de agresión verbal y amenazas hacia un dirigente. Específicamente, se basan en los estatutos de la UCI, en su artículo 1.1.004.

Asimismo, la misiva hace mención al Código Ético de la UCI, en su artículo 6.1, que alude a las reglas generales de integridad. “Las personas sujetas a este Código no realizarán ninguna acción, usarán palabras denigratorias ni ningún otro medio que ofenda la dignidad humana de una persona o grupo de personas, por cualquier motivo, incluido, entre otros, el color de la piel, raza, religión, origen étnico o social, opinión política, orientación sexual, discapacidad o cualquier otra razón contraria a la dignidad humana”, versa dicho acápite.

En esa misma línea, argumenta que si bien no hay una condena explícita de un tribunal que le impida practicar deporte federado, la decisión se tomó por “el deber de proteger a potenciales futuras víctimas y en función de eso hemos tomado esta decisión”.

En el escrito también se enumera una serie de situaciones, como la suspensión por consumo de sustancias prohibidas en 2013; un informe de comportamiento violento y agresiones físicas durante la segunda fecha clasificatoria a la Vuelta a Chile en abril de 2018 contra el técnico nacional. También alude a una causa de amenazas hacia Gonzalo Garrido y la prohibición de acercamiento a Stephanie Subercaseaux por declararse admisible una causa penal en su contra por violencia intrafamiliar por el 4° Juzgado de Garantía de Santiago en abril de 2021, lo que desencadenó en la suspensión de su beca Proddar y todos sus derechos por parte del IND. A ello también se sumó una agresión verbal y amenazas en contra de un dirigente de la federación. Los antecedentes fueron remitidos a la Unión Ciclista Internacional.

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