Desde hace un tiempo, que poco y nada se sabe de la vida de Roger Federer. Los escasos posteos que hace en sus redes sociales, son la única señal del ganador de 20 Grand Slams, quien hace unas semanas fue confirmado en el ATP de Basilea. Es por eso que la entrevista realizada a Cocinada Magazine de Suiza ha causado una gran atención alrededor del mundo. Y es que no solo da con el “Rog” deportista, sino que muestra de forma clara al humano tras la leyenda.
“No publico muchas fotos del extenuante entrenamiento porque siempre lo he visto como una rutina, todo el mundo entrena duro. Un día me juré que, al final de mi carrera, no estaría completamente roto. Me gustaría más adelante ir a esquiar con los niños, jugar a fútbol con mis compañeros, es por eso que estoy haciendo rehabilitación ahora, no es solo para el tenis. Quiero tener una vida después de mi carrera”, comienza contando Federer, quien lleva más de un año (y dos operaciones) con tal de poder recuperarse de su lesión en su rodilla derecha.
Es por eso que fue inevitable llegar al tema en donde tuvo que responder si se ve compitiendo de manera profesional en el corto plazo. “No puedo pensar tan adelante, de momento estoy esperando el visto bueno de los médicos, estoy listo para darlo todo de nuevo. Me siento como un caballo de carreras buscando de nuevo su puesto, con ganas de correr. Espero volver a jugar este verano, echo de menos llegar a casa por la noche después de un día duro de entrenamiento, estar completamente exhausto” contestó el suizo para ilusión de sus fanáticos.
A sus 40 años, para muchos es una locura que pueda volver a competir a un nivel alto, pero él no se rinde. Dice que antes de siquiera ponerse a jugar, hay todo un ritual que lo ayuda a poder cuidar su cuerpo. Una rutina impactante que detalló sin problemas. “Es como un coche, hay que girar mil tornillos hasta que el motor funcione sin problemas. Está la movilización, los estiramientos, el calentamiento por la mañana, todo eso dura alrededor de unos 45 minutos. Luego vamos a la pista, un calentamiento de media hora, después estiro, fortalezco los tobillos con cintas, luego vuelvo a calentar, hago gimnasia y ejercicios de velocidad explosiva. Antes de jugar, trato de cuidar mi cuerpo durante unas dos horas y media”, lanza.
En medio de la conversación, Rafael Nadal y la conquista del Australian Open, también aparece en la discusión. “Es increíblemente inspirador cuando alguien regresar de tantos problemas de salud. Rafa y yo hablamos por teléfono de vez en cuando, hablamos mucho. Sabía que no lo estaba pasando muy bien, pero lo consiguió de todos modos, así que me alegré mucho por él. El esfuerzo que ha hecho es inmenso, hoy en día el simple hecho de prepararte para un partido ya lleva muchas horas”, añadió Federer.
El lado personal de la estrella suiza
Pero una gran parte de la entrevista estuvo enfocada en la vida personal del suizo, en su visión de las cosas y el paso del tiempo. Sin pudor ni temor, el helvético mostró su lado más humano, ese que se esconde tras la super estrella del tenis.
“Me parece una etapa interesante, estoy feliz de cumplir 40 años, estoy deseando que llegue todo lo que esté por venir. A veces me da un poco de nostalgia que todo haya ocurrido hace tanto tiempo, que mi carrera probablemente ya no dure tanto, pero fue una época increíblemente buena. Espero volver a experimentar todo eso de alguna forma. Me encantaría revivir los primeros éxitos, qué locura. O estar con la gente que ya no está, como Peter Carter, mi entrenador y amigo que tanto me enseñó. Sigo teniendo flashes sobre él”, comenzó reflexionando Federer al ser consultado por como vive esta nueva etapa en su vida, una en donde su familia es lo más importante.
En ese sentido, siguió hablando de sus sensaciones actuales. “Ser un buen padre es el reto de mi vida. Los adolescentes tienen muchas cosas en mente, todo se vuelve más complicado, más emocional, más profundo. Creo que es algo lindo, pero me aleja más. Como padres tenemos que hace un mayor esfuerzo para resolver los problemas, aunque también es la primera vez que estoy al cargo de unas niñas de 13 años y unos niños de casi 8 años, todo este territorio es nuevo para mí”, completó.
Ya cerrando la entrevista, el suizo fue enfático con sus sensaciones respecto a la guerra en Ucrania, “Mirka y yo estamos extremadamente preocupados por el estado del mundo. Estamos desmayados. Es difícil ejemplificar la alegría despreocupada cuando estás deprimido. Mirka perdió su tierra natal cuando era niña cuando vino aquí desde Eslovaquia con su familia. Está muy herida por la miseria de los refugiados. Nuestra fundación quiere ayudar a los niños traumatizados”.
Finalmente contestó qué le hubiese gustado hacer si no fuese tenista. “Me encanta la música. Me levanto con ella y me acuesto con sonido chill out. En casa soy la que crea buena onda, en el departamento, en las invitaciones, en el carro, les quiero decir a los niños que hacían buena música (risas). En realidad, me hubiera gustado ser DJ. Un día quiero comprar un set de DJ para divertirme. Crecí durante la era techno de los 90, también fui al desfile callejero un par de veces, que fue en mi cumpleaños en el verano, ¡increíble!”, concluyó.