Sencillez es la palabra que mejor puede describir la calidad humana de Roger Federer (Basilea, 8 de agosto de 1981). Fuera de la cancha, el suizo está muy lejos de ser la máquina que ha ganado 103 títulos, de ellos, 20 de Grand Slam, y que logró el récord de 310 semanas como número uno del mundo. El mismo que, a pesar de estar jugando los años finales de su carrera, sigue siendo competitivo, al punto de terminar la temporada como el tercero del planeta.
Durante su fugaz visita a la convulsionada Santiago, una de sus primeras actividades fue atender a La Tercera. Sin mayores medidas de seguridad y mientras bebe agua mineral, muestra su admiración por el pueblo chileno, al que luego agradeció por los esfuerzos que hizo para ir a verlo: "Es gente muy cariñosa y es muy especial estar con mis fans acá". Tampoco duda en hacer una comparación geográfica con su país. "Chile tal vez es igual o más hermoso que Suiza, a la que yo considero uno de los lugares más hermosos del mundo; con sus montañas, sus lagos, sus ríos y todo. Aquí ustedes tienen todo al cien por ciento, con las montañas, el océano; tienen desierto, lagos y otros lugares increíbles para visitar. Sé que es un hermoso país, sé que también son fanáticos de los deportes; del fútbol, del tenis. Y que también, de cierta forma, están lejos del mundo. En definitiva, un país hermoso, que mucha gente me ha dicho que es su lugar favorito para visitar", dice, en una conversación distendida en la que compartirá sorprendentes confesiones.
Honestamente, ¿se siente el mejor tenista de la historia?
No, realmente. Estoy feliz de estar en la discusión con algunos de los mejores. Pienso que esa es una de las preguntas que no se puede responder; que quizás nunca se pueda responder. Porque las épocas en el tenis cambian. Hoy en día jugamos más. Somos más parte de la historia ahora, en términos de que estamos persiguiendo más récords. En el pasado, ellos creaban récords simplemente jugando. Por lo tanto, estoy muy feliz con mi carrera, pero no me considero el mejor.
Marcelo Ríos no dudó en decir que usted era el más grande de la historia. ¿Cómo toma ese elogio?
Es muy amable de su parte. Estaba muy feliz cuando tuve la oportunidad de jugar con él, en Sídney y en Madrid Indoors. Recuerdo esos partidos vívidamente. Para mí, Marcelo era una especie de jugador perfecto, con un increíble timing y mucho feeling. Jugaba diferente a todos. Mis jugadores favoritos eran Pete Sampras, Stefan Edberg, Boris Becker y luego Marcelo Ríos, que es de una generación posterior. Entonces, cuando tuve la oportunidad de jugar con él fue un gran momento en lo personal. Y, cuando dice algo así, significa un montón para mí. Solamente lo he visto en un par de ocasiones desde que se retiró...
Tenía fama de ser algo desordenado, hasta que apareció su esposa (la extenista suiza Mirka Vavrinec) y, de pronto, su imagen se volvió intachable. El deportista perfecto. ¿Qué habría pasado si ella no aparece?
Si no la hubiese conocido, hubiese recorrido un camino similar en el sentido de convertirme en un tenista, de intentar siempre dar lo mejor. ¿Cuánto éxito? No lo sé. Quizás habría tenido la mitad, lo que ya hubiese sido increíble. Creo que ella me dio una estabilidad maravillosa y mucho apoyo. Me hizo madurar más rápido, porque ella es tres años mayor y ya estaba en el Tour, y es muy trabajadora. Simplemente, creo que su apoyo y su amor han sido, sin duda, claves para todo mi éxito.
Hablando de lo cotidiano, ¿está leyendo algún libro?
Actualmente no estoy leyendo ningún libro, soy mucho más de revistas y diarios. Debería empezar. Mis hijos quieren que lea Harry Potter, así que probablemente haga eso cuando tenga tiempo.
¿Y cómo le va de papá? ¿Cambió pañales?
He cambiado un montón, soy un experto en cambiar pañales. Tengo cuatro hijos. Cambias una vez, dos veces, después de nuevo... Al comienzo era difícil, porque tienes que cuidar al bebé y estar atento a que no se te escape.
¿Y cocina?
No. En realidad, quizás sí me gusta cocinar, pero no sé. Mis auspiciadores me hacen cocinar en los comerciales. He sido muy afortunado de tener a Mirka, a mis papás, el servicio a la habitación y otras cosas que me han rodeado durante mi vida, que han hecho que no aprenda. Sin embargo, espero tener la oportunidad algún día. Pero si tienes hambre, no me llames, vamos mejor a un buen restaurant.
¿Tiene algún plato favorito?
¡Uhh! Buena pregunta. Me gusta la comida suiza: cheese fondue, raclette. Me gusta estar en casa y comer comida tradicional. Obviamente, me gusta la comida italiana: pizza, pasta; japonesa: sushi y todo eso. Me gusta probar nuevas comidas. Cuando estuve en Buenos Aires, comí bife asado. Aquí me gustaría probar pescado, si es que se puede. Sería bonito. En México también probé la comida tradicional y, en definitiva, soy muy abierto a probar cosas nuevas. Cuando estoy en el mar, me gusta comer mariscos, pero la comida suiza e italiana son mis favoritas.
¿Qué tipo de música escucha?
Crecí con techno. Trance, cuando era más joven; música de los 80; música pop, como Backstreet Boys, Britney Spears y también Roxette; rock pesado, porque mi entrenador amaba a AC DC y Metallica. Y ahora soy más de los 80, del pop y también de algo más tranquilo, como deep house relajante. Me encanta escuchar música. Ahora no tenemos música aquí, pero me encanta poner.
Volviendo al tenis. Si tuviera que construir un tenista perfecto, ¿cómo debería ser?
Debería tener la derecha de Fernando González, quizás, por qué no; el toque de Marcelo Ríos; el servicio de John Isner o Pete Sampras y el revés de Agassi o Novak; el espíritu luchador de alguien como Rafa; la volea de Stefan Edberg o Rod Laver y la tranquilidad de Björn Borg. No me voy a poner a mí mismo.
¿Son genuinas las celebraciones tan efusivas en la Laver Cup? ¿O son actuadas?
No, no, no. ¡Por supuesto que son genuinas! Estamos muy felices, la Laver Cup es un nuevo formato. Es importante ser innovador en el tenis. Muchas veces nuestro deporte es muy lento y me gustaría que fuéramos más arriesgados. La Laver Cup es una gran forma de estar en el mismo equipo con jugadores como Alexander Zverev, Nadal, Dominic Thiem, Tsitsipas... Lo pasamos muy bien juntos durante una semana. Además, el jugador de tenis es un ganador, quiere ganar y, cuando ganamos y finalmente podemos estar juntos, celebramos. Porque usualmente estamos solos con nuestros equipos. Casi siempre es muy silencioso y no hay oportunidad para celebrar. Definitivamente es genuino.
¿Qué le ha parecido el desempeño de Nicolás Massú como entrenador de Dominic Thiem esta temporada? Usted los enfrentó varias veces este año.
Está haciendo un gran trabajo, estoy muy feliz de que haya vuelto al Tour. Amo ver a los jugadores con los que solía jugar regresando. Eso significa que de verdad disfrutaron su tiempo en el circuito. Me llevaba muy bien con Nico, es muy amistoso. Y Dominic es uno de los muchachos más agradables del Tour. Me alegra que estén siendo exitosos. Cuando comenzaron en Indian Wells, las cosas fueron de maravilla. Aunque me haya ganado tres veces, estaba feliz por Dominic y por Nico.
¿Con qué rival se queda? ¿Nadal o Djokovic?
Son muy diferentes. Mentalmente ambos son extremadamente fuertes, siempre están mejorando. Me hacen ser un mejor jugador. Pensarías que Rafa es más fuerte en arcilla o que Novak es muy poderoso en cancha dura, pero ambos son grandes en todas las superficies. A pesar de eso, ha sido grandioso tenerlos durante mi carrera. Es difícil elegir a uno u otro. Realmente aprecio ambas rivalidades.
En los últimos años el tenis ha enfrentado el problema de las apuestas. ¿Cuál es su visión al respecto?
No sé cómo está el problema ahora. Recuerdo haber escuchado de esto hace algunos años, también recuerdo que hubo una reunión con jugadores hace quizás 10 años, en la que nos hablaron sobre el problema de las apuestas en el tenis. Pero yo ni siquiera estaba enterado, porque a mí jamás se me han acercado y jamás he tenido un problema con esto. Creo que el problema está especialmente en los niveles más bajos, en los torneos donde a los jugadores se les puede contactar directamente. Y ahora tú puedes reportar estos problemas y hay cómo manejar la situación. Creo que el Tour está haciendo su mejor esfuerzo para lidiar con estas situaciones. Pienso que es importante que los jugadores recuerden siempre mantener la integridad del juego como prioridad número uno. Eso sí, creo que últimamente ha estado muy tranquilo el tema en términos de las apuestas en nuestro deporte. Espero no estar siendo ingenuo, pero es lo que siento ahora.
¿Qué le ha parecido el nuevo formato de la Copa Davis?
Pienso que tenemos que darle una oportunidad, ver cómo va. Estoy muy agradecido de la Copa Davis, de lo que ha hecho por mi carrera, aprendí mucho jugando partidos de Copa Davis cuando era más joven. Obviamente, ahora creo que es un poco diferente: todo en una semana, muchos equipos en un solo lugar. Tenemos que esperar y ver cómo se da la semana y luego también ver qué depara el futuro del tenis con la ATP Cup, que va a ser en enero y que es un evento similar. Realmente espero que funcione la Copa Davis en su nuevo formato, sé que están haciendo lo mejor para que funcione, para que tenga éxito. No he visto nada porque estoy muy ocupado, he escuchado un poquito sobre lo que está pasando. La Copa Davis es un evento histórico y tenemos que asegurarnos de que esté viva por mucho tiempo más.
¿Cómo imagina el día después del retiro?
Ocupado. Normalmente, tú pensarías que va a ser más tranquilo, pero va a ser ocupado porque voy a tener que estar dando explicaciones de por qué me retiré. Estoy en paz con el retiro o con lo que sea que signifique eso. No sé cuándo será, cómo será, ni dónde, pero estoy seguro de que mi vida después del tenis será tranquila, con menos viajes, menos agenda. Eso es algo bueno, porque me encanta hacer otras cosas; hacer cosas con mi fundación, ver a mis amigos, pasar tiempo con mis hijos y con mi esposa, organizar salidas. Quizás venir a visitar Chile un día. Son cosas que no he tenido tiempo de hacer en estos 20 años en los que he pasado persiguiendo la pelota amarilla de tenis. Estoy esperando ese momento, pero todavía no.
¿Cómo le gustaría ser recordado en su vida?
Espero que como bueno para el tenis. Como alguien que pudo ayudar a muchos niños. Como alguien que los inspiró en lo deportivo, pero que también les dio oportunidades en lo educativo en el sur de África, a través de mi fundación. Con mi fundación siento que estamos en un momento de inicio, que vienen más cosas, pese a que he tenido esta fundación por 15 años. Está creciendo, está más grande, se está haciendo más fuerte y estoy muy feliz de estar haciendo una diferencia en la vida de muchos niños. El tenis siempre va a estar cerca de mi corazón y, si puedo traspasar mi conocimiento en el tenis e inspirar y motivar a muchos niños en el futuro, es algo que también amaría hacer. Espero haber liderado con el ejemplo, con el juego limpio. Eso sería muy bonito.