Federico Valdés (61) tiene ganas de hablar de Universidad de Chile, pero debe encontrar un espacio entre sus obligaciones académicas para opinar respecto del traspaso de las acciones de Carlos Heller al fondo de inversión Tactical Sport, lo que producirá un nuevo giro en Azul Azul, la concesionaria a la que dirigió entre 2007 y 2012, una gestión que quedó en la historia por la obtención de la Copa Sudamericana de 2011, el único éxito internacional de la historia de los laicos. “Llámame en exactos 50 minutos, porque estoy en una ceremonia y luego tengo que ingresar a otra”, explica a eldeportivo el rector de la Universidad del Desarrollo antes de entrar, definitivamente, en materia.

¿Cuánto afectará a la U la salida definitiva de Carlos Heller?

A ver, yo creo que Carlos pensó un buen momento para vender. Hace seis meses, la U estaba en crisis. Hoy, la U no está en crisis ni nada parecido. Está clasificada a la fase preliminar de la Copa Libertadores, se reforzó adecuadamente. Por lo tanto, parece ser que tomó una buena decisión en ese sentido. Él lo estaba pasando mal hacía rato ya. Había sido víctima incluso de amenazas en algún minuto. Espero que el nuevo controlador tenga la disposición para poner los recursos que se requieren, sobre todo al comienzo.

¿Cómo evalúa su gestión?

Eso no me corresponde hacerlo a mí. Yo no evalúo las gestiones de otros presidentes de la U porque sé lo difícil que es estar en esos zapatos. No. No me corresponde

Heller llegó a la presidencia de Azul Azul y ofreció, entre otras cosas, el estadio, el protagonismo internacional y hasta ganar el Superclásico ¿terminó preso de sus palabras?

Lo que pasa es que el tema del estadio no depende de uno, no depende de la institución, no depende de los directivos. A estas alturas, con todo lo que ha pasado en Chile en los últimos diez años, no parece que esté dentro de las cosas que se pueden hacer. Las comunas están muy empoderadas. Un buen alcalde no se va a enfrentar a sus electores por una cosa así. Por lo tanto, es un tema que mejor hay que dejar para más adelante nomás.

¿Y respecto del protagonismo internacional y del Superclásico?

Lo que pasa es que el Superclásico no lo ganamos hace tantos años en Pedreros que no se le podría achacar a la gestión de Carlos Heller el problema. Me tocó una U victoriosa y sacamos empates en Pedreros. No ganamos.

¿Cuál fue el principal error que cometió Heller?

No. De nuevo. Eso no me corresponde juzgarlo a mí. No estoy disponible para juzgar el desempeño de otros presidentes. Para eso están la prensa especializada, los hinchas. Yo, como expresidente, prefiero no emitir esos juicios.

¿Fue una equivocación apostar a la solvencia económica personal para dirigir a la U?

Yo creo que fue muy generoso. Él puso un montón de plata de su bolsillo y eso demuestra que tenía un compromiso gigantesco. Lo que pasa es que en el fútbol hay veces que eso no basta.

¿Es la forma correcta de administrar un club echar mano al bolsillo propio?

Es una alternativa, evidentemente. En las sociedades anónimas se pueden suscribir aumentos de capital y para eso sirven. De hecho es el modelo de algunos clubes europeos, que no se financian con sus ingresos propios y que sí lo hacen con los recursos que ponen sus propietarios.

¿Le faltó, también, más apoyo de parte de la mesa de Azul Azul?

Él tenía mayoría en el directorio. Tenía los votos necesarios para sacar adelante las iniciativas. En las sociedades anónimas, el que tiene la mayoría de los votos es el que tiene el poder de decisión. Puede haber una minoría que discrepa, incluso que manifiesta sus discrepancias, pero da lo mismo. Si uno tiene seis votos de 11, el que controla es uno y puede llevar adelante la estrategia que le parece más adecuada.

¿Se cayó con la gestión de Heller un castillo que parecía, al menos, bien armado, en términos institucionales e incluso deportivos?

A ver. Los equipos de fútbol tienen buenas y malas épocas y yo estuve ahí y también tuve malos y buenos. Yo sé lo difícil que es y esa es la razón por la que no hago juicios respecto del desempeño de otros presidentes. Hay que estar en ese sillón, hay que estar en esos zapatos para saber lo difícil que es, la cantidad de imponderables que hay y lo esquivo que es el éxito. Así que no hago balances de lo que hicieron los presidentes después de mí.

¿Se debió ir antes Heller?

Yo creo que eligió un buen momento. La decisión la debe haber tomado, imagino, porque no me lo ha dicho, cuando le empezaron a hacer la vida imposible en lo personal. Y si se hubiese ido cuando estábamos peleando el descenso probablemente hubiesen dicho que lo hizo en un mal momento. En cambio, en este momento, la U no tiene grandes problemas.

¿Usted hubiese renunciado por amenazas de muerte?

Yo recibí amenazas también y me quedé. Pero quizás fue irresponsable lo que hice. Es absolutamente legítima una decisión como esa si se siente el riesgo personal y familiar.