Felipe Mora (27 años) ya está en Portland, la ciudad más grande de Oregon, al noroeste de Estados Unidos. A Moravilla, como le bautizó Guillermo Hoyos, se le escucha feliz. Su equipo, el Timbers, se acaba de consagrar campeón de MLS is Back, torneo que enfrentó a todos los equipos en la burbuja de Disney, en Orlando. Sumó su primer título internacional.
Su primer título en el extranjero y primer chileno en ganar la MLS.
Estoy contento de poder haber logrado un título con Portland. Era un campeonato muy emotivo por todas las cosas que han pasado.
¿Tuvo miedo de volver a jugar por el coronavirus?
No, en ningún momento tuve miedo. Acá en Portland estuvimos constantemente con exámenes, nos explicaron cómo iba a ser el torneo en Orlando y la seguridad que iba a haber. Hubo algunos percances cuando llegamos porque hubo equipos que dieron positivo. Ahí nos asustamos un poco, pero la liga tomó todos los resguardos. Nunca tuve miedo.
¿Los examinaban a diario?
Sí, había un salón gigante donde todos los equipos iban a exámenes a cierta hora. Los exámenes te los hacían cada dos días y antes del partido
¿Nunca se sintió mal?
Nunca tuve algún síntoma.
¿Se imaginó alguna vez saliendo campeón en Disney?
No, la verdad es que no. Ni en mis sueños me imaginé que sería campeón en Disney.
Disney solo se asocia a estar de vacaciones.
Claro, imagínate que el hotel en el que estábamos tenía todo de Disney, los salones que había era todo con la temática de Disney. ¡Cómo me gustaría haber ido de vacaciones allá! Pero andaba jugando fútbol.
¿No se desesperó?
Fue duro encerrarme 45 días, pero valió la pena. Mi hijo más chico cumplió un año el 29 de junio. Y me tocó pasar el cumpleaños con él y viajar casi de inmediato. Después no lo vi durante 45 días. Mis papás también están acá y estuve sin ellos.
¿Cuál era su rutina para sopesar el encierro en Disney?
Hacíamos todo tarde: desayuno tarde, almuerzo tarde. Los partidos eran tarde también por las altas temperaturas. Todos los días íbamos al gimnasio y siempre estábamos en constante movimiento. En nuestro piso teníamos una mesa de ping pong, un salón de juego de play station.
¿Compartió con los otros futbolistas chilenos que estaban concentrados?
Conversé con Diego Rubio un par de veces. Con Sergi Santos conversamos mucho porque fuimos compañeros en Audax Italiano.
¿Pierde el fútbol sin gente en las gradas?
Sí, se pierde mucha emoción. Alcancé a jugar en Portland dos partidos de local y en el estadio había 25 mil personas. Y pasar a nada, es difícil. Se escuchan todas las instrucciones, todas las puteadas… Rarísimo.
¿Le sorprendió cuando su familia apareció en las pantallas del estadio para felicitarlo por el título?
Sí, justo cuando voy a las pantallas veo que hay un zoom y ahí estaba mi familia. Ahí me puse contento y los empecé a aplaudir y a saludar. Después me pasaron una Tablet más chica para verlos.
Sorprendió que se fuera de México. ¿Qué pasó?
Me salió la posibilidad de ir a jugar a Portland. Me llamó el técnico, se mostró muy interesado. Tengo contrato hasta diciembre y veremos qué pasa. Estoy contento.
¿Los jugadores van a retirarse a Estados Unidos?
El fútbol en Estados Unidos ha crecido mucho en el último tiempo. Hay muchos buenos jugadores que vienen desde Europa. En Orlando estaba Nani. El Pity Martínez cuando ganó todo con River se vino a la MLS. La MLS no es para venir a retirarse y dentro de los próximos años será de las mejores ligas. El mismo Chicharito Hernández llegó ahora. La liga es muy exigente.
¿No se va por no poder adaptarse al fútbol mexicano?
No me costó adaptarme. Creo que hice buenos torneos en Pumas y Cruz Azul, pero no creo que me faltó adaptarme.
¿Influyó Rueda en su decisión de partir a la MLS?
El profe siempre nos dice que tenemos que tener continuidad para ser llamados a la Selección. Yo vine a Portland en busca de eso. Ha sido un año rarísimo por todo lo que ha pasado. Ya estamos en agosto y hemos jugado súper pocos partidos.
¿Y la U? Su nombre siempre aparece como refuerzo.
Nunca le cierro las puertas a la U, pero trato de vivir siempre el presente y hoy estoy en Portland muy bien.