Pudo haber batido el récord panamericano en envión. También quedarse con el oro absoluto o haber cargado esos 114 kilos en arranque. Y la desazón de María Fernanda Valdés se habría transformado en alegría. Pero nada de eso ocurrió. Por ello, la actual campeona mundial no quiso esconder su amargura ante la presentación que ayer realizó en el Panamericano específico de República Dominicana, donde debió conformarse con la medalla de plata en el total olímpico, sumando 253 kilos en el total olímpico.
Llegar con el cartel de la mejor del mundo es algo complejo en cualquier tipo de competencia. También lo fue para Valdés, que confió en que podría obtener una aún mejor performance de la que la llevó a alzarse como líder mundial el año pasado en Anaheim, Estados Unidos. Pero no pudo concretarlo ahora, en Santo Domingo.
Primero fue en el arranque. En ese movimiento, la deportista realizó un primer intento de 110 kilos, uno más que los que levantó en el Mundial. Los cargó sin problemas, pero su malestar comenzó a partir del siguiente intento. En el segundo llamado, la serenense pidió cargar la barra con 114 kilos, un desafío que nunca había probado en competencias oficiales. Se plantó frente al público, miró la barra, puso cara de enojada y lo intentó... Pero no. Su amargura se extendió hasta el tercer intento, el que tampoco pudo aguantar, aunque siempre fue capaz de llevarlos por sobre su cabeza. Estuvo a punto.
Lo cierto es que para esta participación, Fernanda Valdés no tenía mayores rivales. Salvo la dueña de casa Crismary Santana, ninguna de las exponentes de la categoría le hacía verdadero contrapeso a la halterófila chilena y con ella era la verdadera pelea, kilo por kilo. Santana la superó en el arranque, cargando 116 kilos, complicándole todo a Valdés.
Llegó el turno del envión. En esa prueba, la abanderada nacional para los próximos Juegos Sudamericanos de Cochabamba quiso olvidar el mal rato con una hazaña ambiciosa. Era obligación para superar a Santana. Primero vinieron los 140 kilos, que levantó sin ningún problema. Luego, probó con los 143 y la historia se repitió, levantándolos de forma sencilla. Envalentonada, la deportista intentó cargar 149, para así superar por un kilo a Santana en el total olímpico y de paso batir el récord panamericano en el movimiento de dos tiempos.
La barra llegó a sus hombros, alcanzó a posarse, pero de inmediato la envió hacia atrás, perdiendo estabilidad y dejándola caer a la tarima. Así fue el cierre de su participación, que aunque no pudo romper la plusmarca continental, se garantizó el oro de todas formas en esta prueba.
"No era lo que esperaba. Hay días y días y hoy no fue el mío... Dios sabe por qué hace las cosas. Mi expectativa era superar la marca, pero la verdad no se pudo", comentó con amargura desde Santo Domingo la levantadora de pesas. Para esta prueba, Valdés confiaba en otro resultado, pero no lo consiguió.
Ahora, su gran revancha estará puesta en los Odesur de Cochabamba, donde nuevamente es la gran favorita. Allá, en su categoría no contará con grandes amenazas, pero prefiere no confiarse. "Hay que buscar el oro primero y luego conseguir marcas", anuncia la campeona del mundo, que ya sueña con el nuevo desafío. Ahora, regresará a Chile para recibir la bandera nacional que deberá portar el viernes en Cochabamba. La ceremonia será este martes en La Moneda.