Fernanda Labraña completó su primer objetivo. La joven de 19 años sumó en el ITF de Colina, disputado la semana pasada en la Hacienda Chicureo, sus primeros puntos como profesional y hoy apareció inéditamente en el ranking de la WTA. Una hazaña para la tenista chilena que estudia en Estados Unidos, en la Universidad de Texas, donde ha mejorado su nivel.
La nacional amaneció en el puesto 970ª en singles y en el 1313ª en dobles. En Colina, Labraña quedó fuera en primera ronda ante la primera sembrada del torneo, dando pelea a la alemana Katharina Hobgarski. En el duelo anterior, el de primera ronda, fue que sumó sus primeros puntos, tras derrotar a la también chilena Ivania Martinich.
Tras caer ante la germana, Labraña se toma un tiempo para analizar con La Tercera su nuevo estatus en el tenis, su camino y los desafíos que tiene por venir. "Con el triunfo en primera ronda sumé puntos para el ranking profesional. Estaba muy emocionada, contenta. Todavía lo estoy. Sé que es el comienzo de un gran y largo camino. Creo que puedo dar más todavía y no me conformo aún. Estoy con muchas ganas y motivación de lograr mucho en el futuro", dice la tenista.
No fue simple el hito de meterse en el ranking. Actualmente cursa su segundo semestre en la Universidad de Texas, en Estados Unidos, lo que le ayudó a subir su nivel. "En Chile era difícil porque no tenemos la competencia que necesitamos los tenistas. Eso nos hace mejorar y está en Europa o Estados Unidos. Como estuve jugando allá muchos torneos me ayudó a subir", añade Labraña, al tiempo que reconoce que su mejor virtud está en su golpe de derecha y su potente saque.
La chilena había jugado torneos profesionales en Ecuador, además de foguearse en la etapa junior, incluso a los 16 años fue la mejor sudamericana del momento. A los ocho años ya le iba bien en torneos nacionales y su familia notó sus condiciones. A los 12 vivió sus primeros viajes a torneos internacionales. "Supimos que era lo mío y que podía llegar lejos. Me salí del colegio y sigo luchando por mi sueño", cuenta.
"Mi familia dejó todo de lado por mí. Es un camino muy largo de hace mucho tiempo y poder entrar al raking es un gran alivio y una gran alegría", cierra Labraña, con un respaldo importante y el futuro por delante.