Fernández Vial, la historia del centenario club que puso de rodillas a la U
Tres siglos de vida suma un club que está de pie tras largos años de sufrimiento deportivo e institucional. Hoy, tras superar un largo proceso judicial, sueñan en grande y sueñan con escribir una nueva etapa.
Fernández Vial ha vuelto a ser protagonista del fútbol chileno. Primero fuera de la cancha, por su lucha que ganó en tribunales por ascender a Primera B, y ahora dentro de ella, tras eliminar a la U de la Copa Chile mediante lanzamientos penales, con un plantel que fue creado para jugar en la Segunda División Profesional. El “Vialito” está de regreso y con todo. Un club centenario, de tradiciones y cuya historia marca el deporte en Concepción.
El 28 de diciembre de 2013, Fernández Vial vencía 2-1 a Deportes Quilicura en un estadio El Morro repleto y ponía fin a varios años de penurias en el fútbol amateur. Parecía el despegue de una institución histórica, tradicional y de las más populares del Bio Bío. Pero antiguas deudas y líos administrativos echaron por tierra la ilusión aurinegra de retornar al profesionalismo. Tras ello, el club estuvo dos años desaparecido, volvió a competir en Tercera División en 2016, un año después subió de categoría y hace pocas semanas festejó su aniversario 118 en medio de un interminable, caótico y feliz escenario: tras 13 años, ascendió a Primera B tras ser proclamado campeón de Segunda División.
“Nunca pensamos que los tiempos de este proceso jurídico serían tan extensos, pero como hubo información y documentos falsos, se debía sentar un precedente. Si bien la categoría es deficitaria, hay cosas que no pueden volver a pasar. Hoy el fútbol es distinto, hay que cumplir y ser ordenados”, expresó el gerente general del club, Felipe Sáez.
“Hacíamos prácticas de fútbol estando en el aire, sin saber donde jugaríamos. Era estresante mirar dos torneos en todo este litigio. La ansiedad nos sobrepasó por momentos, pero nunca dejamos de creer”, repasó el técnico Claudio Rojas, el líder que encarrilló a un equipo que llegó a estar 12 puntos por debajo de Lautaro de Buin. “Era una utopía pensar en acercarnos a ellos”, confiesa, agregando sobre la gran campaña de la última temporada que “la UC salió campeón con un 66% de rendimiento, Ñublense un 64% y desde mi llegada logramos un 76%, lo cual es totalmente impensado”.
Pero si el presente es auspicioso, muy distinto ha sido el pasado de un equipo sacudido por las controversias legales, el desequilibrio deportivo y una constante lucha. El club nació de un estallido social ocurrido en 1903, cuando tras una huelga portuaria en Valparaíso que registraba decenas de muertos, el Contraalmirante Arturo Fernández Vial se alzó como héroe. “Se rehusó a las órdenes de sus superiores, logró que imperara el diálogo y evitó mayores tragedias”, afirma Cristian Navarrete, presidente de la Corporación Arturo Fernández Vial. Por esos días, hace largos 118 años, la huelga coincidía con unas olimpiadas deportivas donde participaba el International FC, club que tras ser testigo de la actuación del Almirante, cambió su nombre al actual.
Tres siglos de historia abarca una institución que, con su nombre de origen, había sido fundado en 1897, reforzando al Colo Colo que hizo su gira a España en 1927, ocasión donde falleció David Arellano. Manuel Figueroa y Horacio Muñoz fueron las incorporaciones aurinegras. Al equipo incluso algunos lo apodan “el Colo Colo del sur” en el Bio Bío. “Eso se da por la popularidad que tiene, lo identificado que está con el mundo obrero y la gente de los barrios. Es una institución con enorme trascendencia y patrimonio”, recalca Navarrete.
Fernández Vial, en 1905, fundó la Asociación de Fútbol de Concepción, aunque tras largos años compitiendo a nivel regional, amateur y en categorías inferiores, tuvo su estreno en Primera División recién en 1983, equipo donde estaba Nelson Acosta. El uruguayo comenzaba a escribir una exitosa historia en una institución donde es referente e ídolo. En febrero de 2016, previo al inicio de la Tercera División y en el marco de la “Noche Aurinegra” donde enfrentarían a Huachipato, Acosta fue invitado por el club a recibir una ovación total por parte de un estadio que lucía casi repleto. El ex DT de la Roja vivió días soñados en el Bio Bío, siendo designado como director deportivo honorario de la institución. “Será como Jorge Valdano en el Real Madrid”, sostuvo por esos días el directivo del club, Claudio Pozo. “Los homenajes se hacen en vida y es reconfortante que la directiva que estaba en ese momento haya realizado aquel acto. Él es una de las figuras trascendentales de la etapa profesional del club y alcanzó a sentir el cariño de miles de personas”, aseguró el actual gerente general, Felipe Sáez.
En la misma línea, el presidente de la corporación, Cristian Navarrete, apuntó que “Don Nelson (Acosta) como jugador era un duro que encajó con el perfil de la garra vialina. Está en el corazón de todos por lo que hizo como técnico también. Tuvo una vasta trayectoria en otro club ferroviario como Peñarol, lo que hizo que se identificara con los colores”. Acosta es apuntado como uno de los principales ídolos de Fernández Vial, junto a Bartolo y Horacio Muñoz, Hugo y Rómulo Oses, Feliciano San Martín, Víctor Hugo Amatti, Luis “Carampangue” Zambrano, Luis Ceballos, Richard Zambrano y el actual capitán, Arturo Sanhueza. Recordado para muchos es Mario Kempes, quien pese a estar prácticamente retirado, pasó por el club en 1995, sumando goles, grandes actuaciones y revolucionando el campeonato.
La última década ha sido, sin duda, la más movida y dolorosa de un club que incluso se dividió en dos en 2012, con un Fernández Vial compitiendo en Tercera División y otro en Segunda. La teleserie de los últimos meses con el Tribunal de Disciplina y Lautaro de Buin es un ingrediente más en la historia de una institución que llevó más de 20 mil hinchas a un partido de Tercera en 2017. “La efervescencia que se vive ahora por jugar con la U. de Chile, es la misma que se vivió cuando jugamos contra Brujas de Salamanca”, afirma Navarrete, sobre un encuentro que terminó 5-0 a favor del “Almirante” y que significó el retorno al fútbol profesional.
Las nuevas generaciones no están muy familiarizadas con el club y aquello es simple de explicar. La última temporada de los aurinegros en Primera División fue en 1992 y en Primera B compitieron por última vez en 2008. “Tengo 37 años y mucha memoria de ver al club en Primera no tengo. Muchos hinchas derechamente nunca lo han visto en la máxima categoría”, recalca Sáez.
Hoy en Fernández Vial hay gran ambición. Trabajan para limpiar el nombre de un club históricamente apuntado por problemas extra futbolísticos. “La motivación es tener una institución sólida. Siempre les decimos a los jugadores que no somos los que más pagamos en la categoría, pero sí pagamos cada 30 días. No queremos quedarnos eternamente en la B. Subir es un paso lógico que tenemos que dar. Y cuando lo logremos, aspiramos a llegar a un torneo internacional, ya que ahora hay muchos más cupos”, confiesa el gerente general de un club que avanza en la construcción de su nuevo complejo deportivo en San Pedro de la Paz y que destaca a nivel femenino, firmándole contrato a cada vez más jugadoras de un plantel que sólo marcha por detrás de potencias como Santiago Morning y Colo Colo.
Los desafíos del club no son menores. En el corto plazo deberán ponerse al día disputando nueve fechas pendientes de un torneo para el cual el Consejo de Presidentes no les permitió sumar refuerzos. “Puede que nos falte experiencia, pero eso se nivela con preparación física y táctica. Queremos hacernos fuertes con lo que tenemos. El objetivo, sin el afán de generar falsas expectativas, es ganar desde el primer partido hasta el último. Hay cinco equipos que se armaron para subir, pero nuestra mentalidad es tener la valentía de competir contra ellos. Este es un plantel joven donde Arturo Sanhueza es nuestra fuente de poder. Es un deportista súper dotado que sigue con el mismo ritmo de siempre”, asegura el técnico Claudio Rojas.
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