Un capítulo del pasado y un mensaje de futuro de Fernando Alonso a 10 días para el comienzo de la temporada de Fórmula 1 en Australia. Lo primero atañe directamente al desenlace de la infructuosa unión entre Honda y McLaren. "[Al final de la temporada pasada] Pensé en la posibilidad de cambiar de campeonato y dejar la Fórmula 1", desvela el asturiano en el último número de la revista especializada F1 Racing. Lo segundo, a las expectativas para este año, ya con motor Renault: "Es el momento en el que todo va a cambiar. Me siento muy seguro de ello".
El optimismo de Alonso contrasta en parte con las sensaciones que dejó McLaren en los entrenamientos de pretemporada en Montmeló. Aunque solo la competición despejará todas las incógnitas, en esos ocho días el bólido de color papaya dio sus primeros pasos con su nuevo motor entre averías e incidencias que le impidieron rodar tanto como estaba programado, aunque el último día marcara el tercer mejor registro de la parrilla. En la recta final, el propio director de la escudería británica, Eric Boullier, situó su pelea en la zona media con Renault y Haas: "Mercedes, Ferrari y Red Bull están aún lejos".
Esos tres de arriba son los mismos que Alonso no ve a tanta distancia, aunque sí admite que seguirán siendo la referencia. "La cosa sigue siendo mejorar los últimos tres años con Honda y colocarnos cerca de los tres de arriba, Mercedes, Ferrari y Red Bull. Para ese salto estamos en el camino bueno, el de intentar luchar con ellos en las máximas carreras posibles", declaró Alonso la pasada madrugada en El Transistor de Onda Cero, que le entrevistó en Alcañiz (Teruel), donde prepara su participación en Le Mans con Toyota. "No veo razones para no ser optimista. McLaren es el mejor equipo de la historia de la Fórmula 1 y Renault es uno de los mejores motoristas de siempre. Estamos a tope. Mercedes está en modo dominador total, pero primero hay que correr. Si dominan, habrá que acercarse".
En la radio, charló con tranquilidad sobre algunas cosas frenéticas que pasan a su alrededor. Valoró, por ejemplo, la etiqueta que en ocasiones le pone parte del aficionado. "Hay esa tendencia a decir qué mala suerte o ahora que te has ido mira Honda cómo va. Hemos mejorado cuatro segundos desde el año pasado, es un punto positivo. No entiendo muy bien la coletilla de que elijo mal", aseveró. "Me fui de Ferrari en 2014 y estamos a 2018 y todavía no han sido ni segundos". En ese contexto reflexivo también habló de su apretado calendario este curso, en el que compaginará el Mundial de Resistencia junto al de F-1, o su participación en las últimas 500 Millas de Indianápolis.
Fue entonces cuando flirteó con la idea de cambiar de aires, dedicarse solo a la búsqueda de la triple corona (Mónaco, que ya tiene, Le Mans, que intentará en junio, y la Indy). "Sí, pensé en la posibilidad de cambiar de campeonato y dejar la Fórmula Uno. Después de completar las 500 millas de Indianápolis, había un par de pruebas en Austria, Silverstone, cuando pensé: Quizás el año que viene podría probar diferentes campeonatos. Podría dedicarme de lleno a la Triple Corona y hacer el Indianápolis y el Le Mans y quizás eso sería lo mejor". La duda, sin embargo, fue pasajera, y el asturiano llegó a la conclusión que sería algo de lo que siempre se arrepentiría. Y cambió de idea.