Fernando González se va de Chile. El Bombardero de La Reina busca tranquilidad y un cambio de aires. Se radicará en Estados Unidos, concretamente en Miami. Antes de partir, eso sí, deja varias definiciones. Habla de tenis, el deporte en el que brilló y se consolidó como uno de los mejores especialistas chilenos en la historia y de política. Lo hace sin afán de generar controversia, aunque sus declaraciones dan pie a un intenso debate.
“Hay cosas que priorizar, y quiero disfrutar un poco más a los niños antes de que crezcan. Pasé toda mi vida viviendo alrededor del mundo y ahora llevo 10 años en Chile, toca un pequeño cambio que vendrá bien, aparte por el clima”, dice en entrevista con el sitio Clay Tenis. Y luego precisa la definición, consultado respecto de si refiere al factor metereológico o al político. “Ambos. Pero más por buscar el calor. Los niños lo pasan mejor allá. En invierno hay muchos virus respiratorios. Igual voy a mantener mis cosas en Chile, que me encanta. Mi escuela, hago varias clínicas y charlas, entonces voy a estar muy conectado, yendo y viniendo. Es rico poder salir con los niños todos los días a jugar. En Santiago en esta época hace mucho frío, aparte hay mucho smog. Además, si quisiera trabajar en tenis, tengo más posibilidades”, sostiene
En ese aspecto, es particularmente cuidadoso, aunque se compromete a votar en el plebiscito constitucional, aunque sin revelar su postura. “Como deportista trasversal, nunca he querido opinar ni lo haré. Pero claramente iré a votar porque es un deber. Pongas lo que pongas, hay que ir (...) No es por imagen ni nada, pero no tengo el ánimo de que me soben la espalda unos, ni que me critiquen otros. En otros países se respeta mucho más la opinión de cada persona”, expone.
En el mismo sentido, consultado respecto del respaldo al Presidente Gabriel Boric, insiste: “En estos tiempos son todos carne de cañón. En política, en Chile, dar opinión significa un costo y no tengo ganas de asumirlo”.
El consejo a Garin
González vibra con el tenis y tiene una amplia visión respecto del circuito. Habla, por ejemplo, de Nick Kyrgios. “Es alguien muy controversial, es rebelde, no causa indiferencia, algunos lo pueden amar, otros detestar. Vende un montón, lamentablemente a veces con cosas negativas. Es necesario porque sale de las normas del tenis dentro de las reglas. Trae a muchos fanáticos nuevos. Es un gran atleta, y excelente jugador de tenis. Juega a quitarse la presión, como cuando cuenta que iba al bar. Otros quizás hacen lo mismo pero se quedan callados”, apunta.
Sin embargo, es acerca de Christian Garin cuando aborda aspectos más técnicos. “Todo le va sumando. Me gustó mucho lo que vi. Ganarle a alguien como De Miñaur en una superficie que no es tan familiar para ti como sí para él. Dos sets a cero abajo, un match point en contra… es algo importante. Obviamente que hay cosas para mejorar”, valora respecto de la presentación del ariqueño en Wimbledon, aunque le establece una tarea. “Tratar de cerrar más los puntos en la red, elegir mejor la jugada correcta y hacer más cambios de velocidades, cosa que no se está haciendo mucho en el circuito. Eso de dar consejos a través de los medios… si me lo pregunta directamente él, le doy mi opinión. Hoy veo que casi todos los jugadores juegan a la misma altura y a la misma velocidad, hay pocos que hacen los cambios como Roger, Tsitsipas, o Thiem. Jugar rasante, por abajo, con slice, y también hacer el cambio de jugar alto. Garin podría hacerlo si se siente cómodo”.
Habiendo incursionado ya como comentarista, hay un rol que solo mira de reojo: el del entrenador. “Tampoco quiero viajar todo el año. Hoy no lo transo, porque quiero ser un papá presente. Algunas semanas, sí se podría ver. Si se diera ese caso, es el tenista el que tiene que elegirme. Si me elige alguien que me interese, me podría entusiasmar. Me gusta la competencia, tiene sus pro, trabajar desde adentro. Por otro lado, volver a viajar es mi piedra de tope. Hay que verlo. Estar en Miami es estar más cerca de todo y tendré opciones que ya veré”, afirma respecto de la contradicción que tendría que resolver para reinsertarse en el circuito, ahora como guía.