La relación entre Jaime Fillol (75) y Fernando González (41) es de admiración y respetuo mutuo. Dos de las mayores glorias del tenis chileno que con los años han ido cultivando una potente amistad en torno al deporte que tanto aman. Hoy la dupla se embarca en un ambicioso proyecto al alero de la Universidad Andrés Bello, donde el abuelo de Nicolás Jarry ejerce como el director de la carrera de Entrenador deportivo, entre otros cargos, hace 20 años. Se trata del nuevo Instituto del Deporte de esta casa de estudios, donde este último será el director y el triple medallista olímpico será nada menos que el subdirector.
“La primera vez que me llamó Jaime fue antes de la pandemia. Cada tanto hablábamos y me iba contando del proyecto. Además, Jaime es el único deportista que conozco que es caballero las 24 horas del día y hay una admiración persona y profesional hacia él, además que conozco a toda su familia y desde chico vengo escuchando su nombre, porque mi papá es fanático del tenis. Sabía que él trabajaba acá hace mucho tiempo, la decana es de mi misma generación y jugábamos tenis juntos. Entonces, estamos en la misma sintonía de qué significa el deporte en la vida de las personas”, señala el Bombardero de La Reina, quien apunta: “No me costó tomar la decisión; me mueve el impacto que podemos causar en este país, no solo en el deporte universitario, sino que la gran masa se involucre”.
En ese sentido, Fillol complementa que “tener a Fernando como subdirector del instituto es algo visionario, porque es un lazo llevar a la persona que ha vivido el deporte intensamente y que lo ama y poder juntarlo con un académico, un profesor o un doctor, para tener esas conversaciones y plantear miradas que quizás no siempre son alineadas. Eso abre un campo muy fértil y se está dando esa oportunidad, y esa mirada de que el deporte ayuda al desarrollo de las personas y de la comunidad está bien acogida”. Y añade: “A Fernando lo conocí cuando era un juvenil y siempre fue un ejemplo de persona y todo el mundo lo reconoce así y, por otro lado, siempre mostró interés por colaborar. Incluso, estando en el Consejo de Jugadores del ATP por algún tiempo”.
Siguiendo esa misma linea, el ex número 14 del mundo explica las razones por las que la UNAB apostó por este proyecto. “Se está viviendo un momento muy especial en Chile y en el mundo, y eso tiene que ver con cuestiones de salud y bienestar, donde el deporte tiene mucho que aportar. El deporte en Chile tiene un espacio muy acotado y reducido y lo vive solo la persona en el mundo que lo está practicando. Y en el resto del mundo no es así, hay un mayor espacio cultural para el deporte. Entonces, la universidad ha acogido todo eso y nos ha pedido seguir el sello educativo, representar sus valores, y nosotros como instituto queremos darle el valor que merece”, plantea.
Otro de los pilares del proyecto es que dentro de sus 56 mil alumnos que tiene la universidad repartidos en las sedes de Santiago, Viña del Mar y Concepción, existe una gran cantidad de deportistas de alto rendimiento. De hecho, varios de ellos estuvieron en los Juegos Olímpicos de Tokio, y se espera que más de 100 participen en los Juegos Panamericanos de Santiago 2023. “Estamos viendo la posibilidad de firmar algún convenio de colaboración con los Panamericanos. El Comité Olímpico sabe de la relación que ha tenido UNAB con el deporte y sería muy bueno poder trabajar juntos”, adelanta Fillol.
Asimismo, el nuevo instituto tiene un consejo asesor, que está compuesto por el periodista y dirigente Harold Mayne-Nicholls; el periodista Aldo Schiappacasse; la atleta María José Echeverría; el vicerrector académico de la universidad, Nicolás Bronfman; la decana de la Facultad de Educación y Ciencias Sociales, María Gabriela Huidobro; el decano de la Facultad de Rehabilitación, Christian Campos, y el director general de Desarrollo Estudiantil, Vicente Cáceres.
Entre las carreras que imparte la UNAB destacan las de Educación Física, entrenador deportivo y kinesiología, con especialización en rehabilitación deportiva, que se ofrecen hace bastante tiempo, las que se suman a postgrados, magísteres y diplomados. Sin embargo, a ello se le agrega otro desafío con este nuevo instituto, que el director explica. “Estarán todas las carreras deportivas que ya se imparten, pero además queremos agregar a las demás carreras para que se sumen en sus especialidades relacionadas al deporte. Por ejemplo, nutrición, que hoy no tiene una especialización en deporte; o psicología. Entonces, las facultades ya están atentas y saben de nuestra idea de intregralidad que estamos promoviendo. Por un lado están los deportistas y por el otro los estudios. Y nosotros queremos que los estudiosos le dediquen tiempo al deporte desde sus áreas”, apunta.
También está contemplada la posibilidad de que González ofrezca algún curso en el mediano plazo. “Me gustaría involucrarme con los entrenadores deportivos, sobre todo los que trabajan con niños, porque uno ve que los niños no son tan fanáticos como éramos nosotros y hay mucho entrenador deportivo que no le da importancia a la parte lúdica y a esa parte que tiene que ver con el encantamiento. Pero creo que hay hartas áreas en las que uno puede dar su visión, a partir de toda la experiencia”, sostiene el exnúmero cinco del mundo, quien también piensa que podría aportar mucho su visión en el periodismo deportivo. “Los periodistas deportivos no solo deberían estar tanto detrás de la primicia, sino que también deberían vender sueños e ilusiones”, plantea.
El lanzamiento oficial será el próximo 12 de enero, en la Casona de Las Condes, centro de operaciones del Instituto del Deporte, que, de todos modos, impartirá las carreras en todas las sedes.