Fernando Signorini, ex PF de Maradona: “Este Mundial de Qatar es un gran mamarracho, típico del despropósito con el que se maneja la FIFA”
El hombre que acompañó al 10 en su carrera no se calló: “Este Mundial pasará a la historia porque se jugó sobre la sangre de 6.500 personas que murieron construyendo estadios”. Sobre un posible homenaje al Diego, opinó que “harán una fiesta rimbombante, ligado a la frivolidad, al morbo”.
Fernando Signorini, el preparador físico que acompañó a Diego Maradona a lo largo de su carrera no esconde su oposición al Mundial de Qatar. En conversación con El Deportivo no escatimó adjetivos para calificarlo de “mamarracho”, con especial énfasis en “los actos de corrupción” que llevaron a organizar el evento en Medio Oriente. En todo franco, el PF no cree que el calor sea uno de los principales problemas en el nivel de los jugadores, sino más bien, el hecho de que realizarlo en esta fecha. “desluce absolutamente la calidad del espectáculo”. Sobre un posible homenaje al 10, en la primera Copa del Mundo sin el argentino, su gran amigo asegura que “es un hecho íntimo que no tiene por qué publicitarse, pero la FIFA se aprovecha de todo”.
¿Cómo analiza esta Copa del Mundo de Qatar 2022?
No creo que este Mundial sea para tomar en serio. Es una aberración la que ha cometido la FIFA, con actos de corrupción que nos deberían avergonzar. Eso mismo sería un buen motivo para ni siquiera ver los partidos.
¿Tanto así?
Bueno, si a eso le sumamos los 6.500 muertos que ha habido en la construcción de los estadios. Más el hecho de ser un país que está bajo una dictadura que no respeta los derechos humanos, ni los derechos de las mujeres.
Es el evento más importante del fútbol en el planeta…
Todo este Mundial de Qatar es un gran mamarracho, típico del despropósito con el que se maneja hoy la FIFA, con tipos que son insensibles y que son profundamente miserables en su relación con el hecho deportivo, en este caso con el fútbol.
¿El tema del calor afectará el rendimiento de los jugadores?
Yo creo que no es para tanto. Yo estuve en México en el ‘86, jugando al mediodía con temperaturas de 46 grados en el campo de juego, una mayor temperatura a la que se juega ahora en Qatar. Dentro de todos los males, ese sería el menor y el más controlable, porque incluso hay aire acondicionado.
Pero cómo ve el rendimiento de los equipos…
Bueno, todo lo otro es peor. El mismo hecho de que los jugadores prácticamente no tengan tiempo entre la finalización de los compromisos con sus equipos a ir a jugar una Copa del Mundo. Por eso hay muchas figuras que no participarán y eso desluce absolutamente la calidad del espectáculo. Pero bueno, como la gente está adormecida, aleccionada; entonces parecemos todos ovejas de un rebaño que el poder maneja a su antojo. Jugando y aprovechándose de la pasión que muchos tienen por el fútbol.
¿Es peor realizarlo en estas fechas, con los jugadores en plena competencia?
Claro, porque cuando se juegan después que terminan los campeonatos hay mucho más tiempo, porque la mayoría de los jugadores quedan fuera de competencia terminando los torneos. Los únicos que quedan empeñados son los que disputan las últimas fases de la Champions o de alguna otra liga europea. Los demás ya están a disposición de los cuerpos técnicos y hay más tiempos para recuperarlos desde el punto de vista físico, sino también desde el punto de vista psicológico o emocional, que es fundamental.
¿Afectará mucho?
Esto es algo inédito. Toda la experiencia que uno tiene sirve de poco, porque esto nunca se hizo. Todo será esperar que a los jugadores les suene la flauta, porque si un equipo de fútbol necesita ensayar para plasmar su idea, para eso necesitas tiempo, como una orquesta. Acá no hay tiempo, más que entrenadores son seleccionadores. Todo va a depender de la que las individualidades puedan encontrar el camino a la eficacia. Creo que será un Mundial que con el tiempo se recordará por estos hechos aberrantes de corrupción y la muerte de esta gente, que por otra cosa.
¿Bajará la calidad futbolística respecto de otros mundiales?
Sin lugar a duda. Hay jugadores de primer nivel que no están como Paul Pogba, N’Golo Kanté, Sadio Mané… Entonces, a qué están jugando. Están apretándole demasiado el cuello a la gallina de los huevos de oro y se la terminarán arrancando. Hasta que un día los jugadores se preparen, se organicen y formen un gremio a nivel, como lo amenazó Diego (Maradona) en el ‘86. Y se queden con todo el poder del fútbol, se queden con la FIFA, con las federaciones, con todo. Eso es lo que tiene que pasar. Porque si los jugadores se bajan del escenario, quién va a jugar, Gianni Infantino.
¿Se extraña a Maradona en situaciones como esta?
Claro que sí. Pero ahora también aprovecharán el segundo año de desaparición física para hacer una fiesta rimbombante, todo ligado a la frivolidad, al morbo. Porque, en definitiva, uno a los seres queridos los recuerda con recogimiento, es un hecho íntimo que no tiene por qué publicitarse. Pero ellos en la FIFA se aprovechan de todo y la gente, inexplicablemente, les hace el juego.
¿Cómo será recordada esta Copa del Mundo?
Como un Mundial que se jugó sobre la sangre de 6.500 personas que construyeron los estadios. De condiciones muy humildes que se igualan en ello a la mayoría de los padres de los jugadores latinoamericanos y de África, que si hubieran estado ahí también habrían sido víctimas. Esta manera de los jugadores de no salir a protestar no la entiendo. Se han transformado en dóciles ovejas del rebaño. Saben que si protestan les pasará como un tal Diego Maradona, que le terminaron cortando las piernas, según él mismo dijo en el Mundial de Estados Unido ‘94.
¿Y cómo ve a la selección de Argentina?
No estoy allá, no sé. No tengo noticias de primera mano, apenas me entero por los medios. No me interesa este Mundial, no me preocupa.
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