Universidad de Chile ha sufrido por el comportamiento de sus fanáticos a lo largo del año. Este domingo no fue la excepción. El duelo llevado a cabo en el CAP de Talcahuano, entre la U y Cobresal, parecía desarrollarse sin mayores complicaciones. Sin embargo, cuando se acercaba el final, el árbitro Fernando Véjar recibió una moneda en su cabeza, proveniente de la galería.

Al sufrir el impacto, el juez pidió que hablaran por los altoparlantes para que no se lancen más objetos. Pese al golpe, no recibió atención médica. No obstante, es una situación que podría aparecer en su informe. Los hechos ocurren a pocas jornadas de lo vivido en Santa Laura, cuando un grupo de parciales laicos ingresó al recinto de Independencia.

Aquella situación generó que el duelo, valido por la Copa Chile, se postergara treinta minutos. Lo que fue consignado por Julio Bascuñán, árbitro de la jornada. “El partido comenzó con un retraso de 30 minutos, debido a que una masa de hinchas del equipo de Universidad de Chile, entró al estadio por accesos no autorizados, poniendo en riesgo el espectáculo deportivo”, señalaba sobre este primer episodio.

En el pasado, la U ha sufrido sanciones por situaciones parecidas. Incluso, luego de la suspensión del clásico universitario en Valparaíso, en octubre, Michael Clark, presidente de Azul Azul, se manifestaba al respecto. “Nuestra barra se porta increíble y nos tratan con la punta del zapato, nos mandan para allá, nos mandan para acá”, dijo aquella vez el empresario.

Más allá de lo apuntado por el timonel laico, en la temporada 2022, la última situación que dejó sin público a Universidad de Chile fue la invasión vivida ante la UC en agosto, cuando los de Holan se impusieron por 3-0 en el Estadio Nacional. Esa vez, fueron dos los encuentros en que la U no pudo recibir a su gente. Cuando debían disputar el segundo partido del castigo, apelaron, pero la Segunda Sala del Tribunal de Disciplina le negó la opción de jugar ante Audax con personas en las gradas.

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