España está de fiesta. Este domingo la selección femenina de ese país venció por la cuenta mínima a Inglaterra en la final de la Copa del Mundo, coronándose como monarca planetaria por primera vez en su historia. Sin embargo, un hecho empañó una jornada que parecía ser de solo celebración.
Es que en medio de la ceremonia de premiación, cuando las jugadoras hispanas recibían en la tarima montada en la cancha las medallas que las acreditaban como campeonas, se vivió un polémico e incómodo momento protagonizado por el presidente de la Real Federación Española de Fútbol, Luis Rubiales.
Ahí el mandamás de la RFEF -aprovechándose de la euforia de las futbolistas- tomó la cabeza de la delantera Jennifer Hermoso y luego la besó en la boca, generando un amplio repudio en redes sociales en donde se condenó el accionar del dirigente, a quien ya se le acusa de abuso de poder, violencia, machismo, acoso y abuso sexual.
De todas maneras, la propia afectada prefirió tomarse con relajo la situación. En un video transmitido posteriormente desde los camarines del estadio Olímpico de Sídney, la futbolista señaló entre risas “pero no me ha gustado, eh”, mostrando por el momento sentido del humor ante el hecho.
Cabe recordar que la Furia Roja logró el título tras imponerse en el partido decisivo con solitario tanto de Olga Carmona en el minuto 29 del encuentro, un gol histórico dado que significó su primer título mundial a nivel adulto.
Asimismo, las europeas pasaron a la historia al conseguir las coronas planetarias en las categorías Sub-17, Sub20 y ahora en la absoluta, todos trofeos obtenidos de manera consecutiva (Japón lo había logrado anteriormente, pero no de forma seguida).