En febrero la Fórmula Uno anunció que para mayor seguridad, los autos contarían con el halo, una protección que se incorporará al cockpit, justo delante de la cabeza del piloto, y que permitirá protegrelos de posibles golpes de objetos. Una medida que incomodó a algunos pilotos que alegaban que complicaba la visibilidad. Frente a eso hoy, el director de carrera de la F1 de la Federación Internacional del Automóvil (FIA), Charlie Whiting, realizaó un anunció.
Los semáforos de salida en el Gran Premio de Australia, previsto para el domingo, serán desplazados para evitar que el halo merme la visión de los pilotos.
Con la introducción del nuevo dispositivo de seguridad del cockpit, "pedimos a cada circuito que respete una altura estándar para los semáforos", afirmó en conferencia de prensa.
"Asimismo hemos colocado una serie de semáforos añadidos a la izquierda", situados más abajo y 5 metros más retrasados que los semáforos principales, desveló Charlie Whiting.
"Estos semáforos estaban en la mitad de la parrilla, y fueron introducidos en 2009, cuando aumentó la altura de los alerones traseros", recordó.
"Pero ahora esos alerones son más bajos, ya no hay necesidad de que estén ahí", explicó el británico, que además es delegado de seguridad de la F1.
Al término de las dos primeras sesiones de ensayos libres del viernes, los pilotos podrán realizar simulaciones de salida sobre la parrilla con el fin de familiarizarse con la nueva disposición de los semáforos.