El expresidente de la ANFP Sergio Jadue deberá continuar esperando por la audiencia en la que se conocerá su castigo en el marco del caso FIFAGate. Esto se da después de que la jueza Pamela K. Chen decidiera aplazar por decimoséptima vez la cita amparada en el cuestionamiento sobre la constitucionalidad de uno de los estatutos considerados.
Así, el exdirigente nacional, quien se encuentra en Miami confeso de delitos de corrupción desde 2016, colaborando con la investigación que llega el FBI sobre los sobornos en el fútbol mundial, deberá esperar una nueva fecha para conocer la determinación de los jueces.
De todas maneras la Fiscalía estadounidense ha presentado una apelación con el fin de que el exdirigente calerano reciba el castigo que le corresponde por estar involucrado en este caso.
En los aplazamientos anteriores la fiscalía estadounidense había determinado los aplazamientos a la condena, aprovechando una de las estrategias que ha utilizado Jadue a lo largo de los últimos años para conseguir dilatar la condena.
Según informó hace algún tiempo Ken Bensinger, periodista autor de Red Card, libro dedicado a profundizar el escándalo, todo se basaba en una relación de conveniencia entre las partes.
“Los fiscales piden los aplazamientos. Quieren que los colaboradores estén disponibles para atestiguar en el próximo juicio. Si dejan que reciban sus penas antes, los condenados no tendrán ningún motivo dar testimonio”, aseguró meses atrás.
“Una vez que la jueza entregue la pena, ya la Fiscalía no tiene más palancas con los individuos que hoy están en Estados Unidos. Se van a la cárcel y no hay nada más que se les puede ofrecer a cambio de su colaboración”, agregaba.
“Si yo fuera Sergio Jadue, una vez recibida mi pena, diría que no quiero saber nada más de la Fiscalía, que no los voy a ayudar más, que no voy a hablar con nadie y no voy a decir nada. Los fiscales saben que es así y por eso demoran que cumpla una sentencia en la cárcel. Será así hasta que realmente ya no sea de utilidad su testimonio”, cerró Bensinger.