El sindicato internacional de futbolistas (FIFPro) reiteró su petición a la FIFA para que revise la normativa antidopaje del fútbol "para proteger los derechos de los jugadores profesionales", después de la resolución de un tribunal suizo de permitir al peruano Paolo Guerrero jugar el Mundial de Rusia.
Pese a mostrar su satisfacción por esto, FIFPro lamentó que Guerrero no pueda ver cerrado totalmente su caso todavía, ya que lo que ha obtenido es la suspensión cautelar de la sanción de catorce meses que le impuso el Tribunal de Arbitraje Deportivo (TAS).
Para FIFPro "una sanción de catorce meses por ingerir sin conocimiento una sustancia prohibida es injusta y desproporcionada" y recordó que tanto la FIFA como el TAS coincidieron en que el jugador "no tenía intención de hacer trampas" y en que no tuvo ningún efecto sobre su rendimiento.
Paolo Guerrero dio positivo por un metabolito de la cocaína tras un control en un partido de clasificación para el Mundial, el 5 de octubre de 2017 frente a Argentina.
El jugador fue sancionado primero por la FIFA con un año de inhabilitación, aunque el Comité de Apelación del propio organismo rebajó después el castigo a seis meses.
Guerrero recurrió después al TAS en busca de su total absolución y también lo hizo la Agencia Mundial Antidopaje (AMA), que pedía entre uno y dos años de castigo para el jugador.
El TAS fijó el pasado 14 de mayo la sanción en 14 meses, lo que impedía al jugador participar en la Copa del Mundo y tras un intento sin éxito de que la FIFA le autorizara acudir a Rusia el futbolista pidió la suspensión provisional del castigo al Tribunal Federal de Suiza que se la concedió el 31 de mayo.
El Tribunal consideró los perjuicios que causaría al futbolista, de 34 años, no participar en Rusia y consideró también que "no actúo intencionadamente ni cometió una negligencia significativa" al incurrir en dopaje.