Marco Antonio Figueroa está molesto y lo manifiesta. Justo en momentos en que volverá al estadio donde dirigió entre 2009 y 2010 a la Universidad Católica. Esta vez, eso sí, al mando de O'Higgins de Rancagua. Y para un partido que bien puede definir la suerte de su ex club en el campeonato. El Fantasma será juez y parte de la definición que los cruzados protagonizan con la U, otro club en el que también fue entrenador el sanfelipeño.

Al técnico de los celestes le disgusta que en San Carlos de Apoquindo proyecten la sola posiblidad de que los franjeados puedan coronarse en el partido que este fin de semana (domingo, 17.30 horas) librarán ante el Capo de Provincia. El Fantasma dispara con un objetivo claro: Beñat San José.

Pasa que al mediodía del miércoles, en conferencia, el entrenador estudiantil manifestó su deseo de coronarse este fin de semana, justamente ante el cuadro de Figueroa. "Estamos ilusionados con ser campeones el domingo", reconoció el hispano. La respuesta no tardó en llegar desde la Sexta Región.

"He escuchado muchos comentarios respecto a que Católica puede ser campeón el domingo y matemáticamente a lo mejor sí, pero se tienen que dar un montón de resultados, de combinaciones. Entonces, es una falta de respeto de todos aquellos que han hablado, incluso su técnico, porque los partidos se tienen que jugar", lanzó el ex delantero que, paradójicamente, también vistió la camiseta del elenco de Las Condes. Ahí se retiró, de hecho.

El goleador histórico del Morelia mexicano no se quedó ahí y agregó sobre la UC: "Si son campeones es porque nos van a ganar y nos van a ganar bien. Jugando mal no nos van a ganar. Ellos van a tener que hacer un partido cien por ciento de concentración y de esfuerzo físico para ganarle a este equipo".

No es la primera vez que Figueroa se enfrenta al club donde pasó tres años en sus estadías como jugador y director técnico. Antes, ya había lanzado dardos hacia la precordillera. "Católica tomó el derecho que le dio el reglamento para ganar los puntos, porque en la cancha no los iba a ganar. ¿Ustedes creen que Católica será campeón? Yo creo que ellos perderán puntos", lanzó, por ejemplo, en 2013, tras el clásico universitario suspendido por el proyectil que le llegó al cruzado Fernando Meneses. Figueroa, en ese entonces, dirigía a los azules.

Hoy, en Rancagua, el Fantasma tiene además motivaciones propias para calentar el ambiente antes del partido: de ganar, O'Higgins tiene todo el derecho a ilusionarse con meterse en la Sudamericana (marcha noveno, a un punto de la zona de clasificación).

"Nosotros vamos por nuestros tres puntos que nos signifiquen meternos de lleno en la Copa Sudamericana y no tenemos otro objetivo. Si nos ganan, que nos ganen por ser mejores, pero que no nos ganen por la prensa ni por mensajes. En el fútbol hay que tener mucho respeto, sobre todo a los rivales, como lo tenemos nosotros hacia Católica, un equipo que por algo es líder general, que por algo está invicto en su casa, pero hoy recibe a un equipo que lo va a hacer exigirse al máximo. Todos los partidos se tienen que jugar y esperemos nosotros poder ser dignos rivales del puntero del torneo", cerró.

Figueroa vive su propio partido. En la interna del cuadro celeste dicen que incluso ha pensado en salir a calentar con sus jugadores en San Carlos, para fijar la atención en él. Y por mientras, busca al reemplazante de Matías Vera, suspendido por acumulación de amarillas.