Pasaron varios días, unas cuantas reuniones, intercambio de propuestas y contrapuestas. Finalmente, Universidad de Concepción decidió el futuro institucional de su rama de fútbol profesional. Ya no estará al alero de la casa de estudios superiores más importante del sur de Chile. Ahora, su controlador será un grupo empresarial. El club penquista pasará a convertirse en una sociedad anónima deportiva profesional, la figura que pretende darle sustentabilidad en el tiempo. La concesión se extiende por 25 años. La entidad educacional, que hasta ahora había sido uno de los principales sustentos económicos, determinó no seguir cargando esa responsabilidad.
Inicialmente, el nuevo dueño del Campanil se conocería a fines de la semana pasada. Había tres propuestas sobre la mesa. La más llamativa era la que involucraba al empresario iraní Rimoun Hanouch, que finalmente se adjudicó el control de la institución. También se presentaron a la licitación Sergio Gioino y su socio, Pablo Lecler, aunque el primero ejerce como presidente en Ñublense. El círculo lo cerraba la opción de un grupo de empresarios chilenos y argentinos, liderada por el transandino Santiago Filgueiras y en el que aparecen nombres atractivos como el de Luis Riveros, ex rector de la Universidad de Chile. En ese planteamiento también aparecía Matías Rodríguez, el ex jugador de la U, quien iba volver a jugar si triunfaba su bloque. El exlateral tendría, también, un rol clave en la estructura deportiva del club.
La decisión
“Tras un proceso que se prolongó por varios meses, el Directorio de la Corporación Club Deportivo determinó quedarse con la proposición del empresario Rimoun Hanouch de Emiratos Árabes Unidos”, informa el club, a través de sus plataformas formales.
“El ejecutivo y su equipo, presentó un proyecto integral de desarrollo para el equipo de fútbol profesional, femenino y divisiones menores, que coloca en el centro de la gestión la protección y la proyección de los valores universitarios, elementos centrales del encargo hecho por el Directorio del Club a la Comisión de Trabajo que desarrolló esta tarea”, apunta.
“Predominó la propuesta que asegurara el resguardo de la historia y los valores del Club. Desde el inicio del proceso de búsqueda de inversionistas, ese fue el compromiso y lo consideramos cumplido”, establece la entidad.
“Hoy estamos optimistas con el inicio de esta nueva etapa, valorando que desde tierras tan lejanas y donde el mundo ha puesto sus ojos por el buen desarrollo del futbol, compartan nuestros intereses y hayan confiado en el proyecto presentado para avanzar de manera conjunta en el crecimiento y fortalecimiento del club, tanto de su plan deportivo, como el social que hemos comprometido”, enfatizan.
El empresario emiratí, vinculado al negocio automotriz, puso US$ 2 millones sobre la mesa para quedarse con la concesión. Entre sus compromisos está conformar un plantel altamente competitivo, con el afán de retornar a Primera División en 2025, lo que implica conseguir el ascenso en el próximo torneo.
La actual corporación mantendrá representación en la nueva mesa directiva, que comandará a Campanil SADP, la estructura que tomará la institución. La rama de básquetbol, una de las más exitosas del país, no está incluida en la negociación.