Juncheng Shang (246º) no pudo festejar su segundo título consecutivo tras caer por 7-5 y 7-6 (5) ante el local Gabriel Diallo (519º), en la final del Challenger 80 de Granby, Canadá. La derrota pone fin a un invicto de nueve partidos desde que comenzó a trabajar con Marcelo Ríos, en una sociedad absolutamente impensada hace un tiempo, y que da mucho que hablar en el circuito.
Cuando la dupla de zurdos comenzó a trabajar junta, el tenista de 17 años jamás había superado los octavos de final a nivel challenger y estaba en el puesto 344. Desde este lunes ingresará al puesto 202 de la clasificación, lo que lo convierte en el tenista de su edad mejor ubicado en el ranking.
A pesar de la diferencia de puestos, Diallo, de 20 años, fue un rival bastante duro para Shang, quien no pudo aprovechar la opción de quiebre que tuvo en el cuarto game. Con tiros bastante potentes, el local complicó al asiático en el primer set, apoyado por su gran estatura (2.01 metros) y el aliento del público canadiense. De hecho, dispuso de un punto de quiebre en el noveno juego. Sin embargo, el pupilo de Ríos logró salir de esa angustiante situación a punta de tiros angulados. En las tribunas se escuchaba el “Vamos Jerry” del zurdo de Vitacura.
El primer parcial se definió por detalles. En el noveno juego se produjo el primer quiebre del partido a favor del canadiense, quien logró la ruptura con una notable derecha angulada. Luego, sin mayores inconvenientes, el invitado local sentenció la manga con su servicio. Era la primera vez en toda la semana que el chino perdía un set.
Luchado desenlace
El dueño de casa estaba inspirado y el joven tenista de Beijing no lograba incomodarlo con sus tiros. A pura potencia, Diallo quebró en el séptimo. Sin embargo, los nervios no lo dejaron ratificar el rompimiento en el siguiente. Más adelante la situación se repitió en el undécimo juego. Otra vez el local quebró y nuevamente no pudo cerrar, incluso dejando ir dos puntos de partido.
El cotejo se fue al tie break y ahí Shang tuvo muy buenos momentos, pero fue el canadiense quien jugó un tenis casi perfecto para ganar la primera corona de su carrera.
A pesar de la derrota, el saldo es más que positivo para el asiático, quien se ilusiona con seguir creciendo de la mano de Marcelo Ríos. Eso sí, todo deberá resolverse en los próximos días, cuando el chileno decida tras este periodo de prueba seguir o no al frente de la gran promesa china.