La final de la Copa Libertadores concita la atención mundial pues se enfrentarán dos de los equipos más trascendentales del subcontinente, Boca Juniors y River Plate, que dirimirán al campeón del torneo en dos encuentros inéditos del superclásico argentino.
De inmediato después de confirmada la definición entre ambos elencos, el tema que se instaló en Argentina fue la presencia o no de la parcialidad visitante en cada uno de los encuentros. El asunto es sensible al otro lado de la cordillera, ya que el fútbol de aquel país ha librado una batalla constante contra la violencia en la actividad y, de hecho, es normal que los encuentros de mayor convocatoria en la liga se jueguen solo con los aficionados locales.
Contrario a los pronósticos, sin embargo, el gobierno argentino ratificó este viernes que los dos encuentros que definirán al nuevo monarca del certamen continental sí contarán con la presencia de los aficionados forasteros. "Acordándome de esa semifinal con River que ganamos (en 2004) y se escuchaba el silencio... Eso no es el fútbol. Hay que gritar el gol. Esta final, que nunca se va a volver a repetir, es una oportunidad histórica que tenemos que inmortalizar con un espectáculo completo, y eso incluye a la hinchada visitante. Por eso tenemos todos que comprometernos", aseguró el presidente argentino, Mauricio Macri. "Es una final histórica. Es único, maravilloso, irrepetible. Tenemos que demostrar que estamos cambiando y así como lo vemos en otros países del mundo tenemos que poder organizar esta final con público visitante también. Que esta final tenga todos los condimentos", añadió el mandatario, también extimonel de Boca, en la radio transandina La Red.
"Va a ser con público visitante. Ya hablé con el jefe de Gobierno, esto es un hecho excepcional y acordamos que sí va a ir el público visitante", ratificó la máxima autoridad argentina, de cara una final que está programada para los próximos sábado 10 y 24 de noviembre, en la Bombonera y el Monumental, respectivamente. A la espera, eso sí, del pronunciamiento de la Conmebol al reclamo de Gremio en contra de River, por la irrupción de su entrenador, Marcelo Gallardo, en la zona de vestuarios estando suspendido y, por tanto, inhabilitado para ingresar a ese sector. La confederación se pronunciará al respecto entre hoy y mañana.
En tanto, el ministro de Seguridad de la ciudad de Buenos Aires, Martín Ocampo, explicitó que "habrá cuatro mil visitantes" en cada partido. La última vez que hubo público de River en estadio de Boca fue en mayo de 2013, mientras que a la inversa, en marzo de 2014.