No es una sorpresa que esta Agencia Libre ha estado cargada de problemas para los Angeles Lakers. En tres días de negociaciones, la franquicia californiana ha visto como sus principales anhelos han terminado fichando por otros equipos y como varios asistentes técnicos rechazaron unirse al staff del inexperto head coach (J.J. Reddick), a quien tuvieron que contratar luego de que Dan Hurley los rechazara por buscar un tercer título universitario consecutivo.
Pero en medio de esos cuestionamientos, Rob Pelinka, GM de los angelinos, logró asegurar al menos la continuidad de LeBron James, quien como agente libre renovó con los Lakers por dos temporadas a cambio de 104 millones de dólares. Eso sí, el acuerdo tiene la particularidad de que el segundo año de contrato es una opción de jugador, por lo que el máximo anotador de todos los tiempos podrá elegir al final del primer curso si desea continuar con su vínculo o si prueba suerte como agente libre.
Esta determinación apunta directamente al inconformismo del alero con la gerencia de los Lakers, ya que en un inicio se hablaba de que iba a firmar por tres temporadas fijas. De hecho, James incluso habló con la mesa directiva de la franquicia y les informó que si lograban fichar a otro “jugador de impacto” para el equipo, estaba dispuesto a bajarse su sueldo. Como finalmente la escuadra no pudo cerrar acuerdos con jugadores como Klay Thompson, Demar DeRozan o Paul George, la estrella de 39 años terminó firmando por el máximo posible.
De respetar su nuevo acuerdo, el nacido en Akron jugará al menos hasta los 41 años en la NBA, marcando un hito para el deporte moderno, no solo por la longevidad, sino también por el impacto dentro del juego. Mientras que la mayoría de los jugadores que pasaron los 40 siendo profesionales, estaban relegados a minutos superficiales, LeBron sigue siendo uno de los dos jugadores más importantes de la plantilla.
Estas próximas dos temporadas además estará acompañado de su hijo Bronny James, quien fue reclutado por los Lakers a través del draft hace solo una semana. La decisión eso sí no estuvo exenta de polémica, ya que para muchos especialistas el equipo seleccionó a Bronny en el puesto 55 solo por ser hijo del alero, debido a que su paso universitario estuvo lejos de ser considerado como positivo. Además, el año pasado sufrió un infarto mientras entrenaba con la USC.