"Hola y buena noche a todos, quiero contarles a las personas que no me conocen muy bien que soy deportista juvenil de ciclomontañismo con grandes sueños y metas". Así comenzaba el mensaje que en 2014 Egan Bernal publicó en Facebook. El colombiano, hoy de 22 años, pedía con educación que le ayudaran a costear un viaje para "representar a Colombia en el campeonato mundial que se va a realizar en Noruega".
Por ese entonces a Bernal le interesaba el mountainbike y el cross country, viendo aún de lejos las Grandes Vueltas de ciclismo. "Acá es donde pido ayuda a las personas que puedan ver este mensaje, ya sea económica o con mensajes de apoyo", continuaba su petición. Quizás no se imaginaba que el trabajo y su talento lo llevarían no solo a ser subcampeón de aquel torneo en Noruega, sino que, cinco años después, a convertirse en el primer latinoamericano que gana el Tour de Francia, en el campeón más joven desde 1909 y en otro orgullo ciclista para Colombia.
Luego de 21 etapas, Egan Bernal completó su hazaña. El sábado, en la penúltima ruta, llegó cuarto y solo se dio cuenta de que había ganado el Tour de Francia cuando su compañero de equipo y campeón de la edición 2018, Geraint Thomas, le tomó la mano felicitándole al final de la jornada.
El domingo, en París, solo servía para terminar la competencia. Vestido de amarillo, pero ya sin riesgo de que se lo quitaran, ingresó a la capital francesa con la clásica copa de champaña y saludando relajado a quienes le aplaudían. Su 29º lugar en la etapa poco importó; el título ya era suyo.
El ciclista de Ineos consiguió su éxito más grande en su segunda participación, no solo en el Tour, sino que en una Gran Vuelta. De padre ciclista, el nacido en Zipaquirá tuvo su primera bicicleta a los cinco años. A los nueve compitió por primera vez y ganó una beca que le permitió seguir entrenando. Su primera puerta al futuro que hoy disfruta.
Desde aquel torneo que ganó en su infancia llegaron más medallas. Su carrera la inició en el ciclismo de montaña, donde en categoría junior obtuvo el subcampeonato mundial antes mencionado y un bronce en 2015.
En 2016 dio el paso al ciclismo de ruta. Firmó su primer contrato profesional gracias a la confianza que le dio el equipo italiano Androni Giocattoli-Sidermec. Dos años más tarde llegó a las filas de Ineos, dando un paso importante y consolidándose como una figura prometedora.
En el Tour 2019, Bernal se mantuvo entre los primeros siete puestos desde la tercera jornada. En la 19ª agarró la cima y en la 20ª confirmó su título.
Nombre griego
El origen de su nombre, indicó Flor, su madre, a El Espectador de Colombia, en 2018, tiene que ver con su presente: "Se va a llamar Egan. En griego creo que significa campeón, como echado pa'lante", dijo ella contando la vez que el doctor de la familia le propuso la idea. Y aunque el significado no es precisamente el que el galeno contó, algo de relación tiene, pues Egan siempre tuvo claro que ser campeón era lo que quería. Lo escribió en aquella petición por Facebook. "Ayúdenme a hacer estas metas en realidad y así hacer que nuestro país sea cada vez conocido por cosas buenas como esta". Y por ahora lo está logrando.