Charles Leclerc volvió a sonreír en la Fórmula 1. El de Ferrari se quedó con el Gran Premio de Austria y consiguió su tercera victoria de la temporada. No celebraba desde la tercera jornada, cuando se impuso en el GP de Australia, y este domingo volvió a hacerlo, tras ser el más veloz en el circuito Red Bull Ring, venciendo en un apasionante mano a mano a Max Verstappen. Una victoria que le permite seguir en la lucha por el título del Mundial.

Mad Max venía de quedarse con la pole, por lo que largó primero en la prueba, escoltado por Leclerc y Carlos Sainz, también de Ferrari. El piloto de Red Bull, sin embargo, no pudo mantener el primer puesto, debido a la presión del monegasco, quien aprovechó el momento exacto para adelantar a su adversario por un costado, arrebatándole así el liderato y cuidándolo hasta el final. Sainz también dejó atrás Verstappen, cuando este ingresó al pit line.

El neerlandés entró en un mano a mano con Lewis Hamilton tras ser superado, mientras que Sainz y Leclerc se mantenían sólidos en la delantera. No obstante, en las últimas vueltas Verstappen se recuperó y dio inicio a una lucha mano a mano con Leclerc, en lo que fue un cierre apasionante, que, finalmente, terminó con victoria para el de la escudería italiana.

El nacido en Montecarlo se sobrepuso a un contratiempo con su acelerador y volvió a festejar. Segundo quedó el último campeón de la F1, mientras que Hamilton cerró el podio en lo que fue una entretenida carrera. De esta forma, Verstappen se mantuvo en la cima de la clasificación del Mundial, con 208 unidades. Leclerc se ubica segundo, con 170 puntos.

El ganador del día tuvo palabras para su dulce jornada. Aseguró que le permite dar un respiro. “Las últimas cinco carreras han sido muy difíciles para mí y para el equipo, lo necesitaba. Haber demostrado en esta carrera que tenemos ritmo y que podamos ganar la carrera es genial para nosotros”, dijo.

La jornada no estuvo libre de accidentes. Muy temprano, el mexicano Sergio Pérez protagonizó un roce con el auto de George Russell (Mercedes). Checo se salió de la pista y quedó en el último puesto. El británico fue sancionado con cinco segundos por tocar al de Red Bull, quien debió abandonar por los daños estructurales que sufrió su vehículo, así como también porque retornar a los puestos de avanzada se le hizo una misión muy compleja.

Otro que la pasó mal fue Sainz. En la parte final de la prueba, su motor se reventó, lo que hizo que el piloto perdiera el control de su vehículo. Chocó contra las barreras de contención y, tras escapar de su auto que estaba en llamas, el español debió ser asistido. Se vio obligado a retirarse.

La próxima carrera de la F1 será el Gran Premio de Francia, el cual se llevará a cabo el próximo 24 de abril.

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