Verstappen celebra bajo la lluvia italiana. El actual campeón del mundo consiguió su primera pole position del año, en una jornada marcada por la lluvia, los accidentes y las constantes detenciones. De hecho, un choque de Lando Norris cuando la Q3 se acababa, le terminó por dar el primer lugar a Max, quien mañana arrancará primero en la carrera de sprint.
Una clasificación que tuvo muchos momentos bisagras, que fue un verdadero dolor de cabeza para escuderías y comisarios, ya que las detenciones y las revisiones fueron una constante durante la jornada.
De hecho el tiempo que le dio la pole a Verstappen, se determinó bajo muchas comprobaciones. Y es que la vuelta rápida del piloto de Red Bull se dio justo cuando Bottas chocaba en la Q3. Pese a que fue evidente que Max levantó el pie cuando pasaba por la zona del accidente, los comisarios revisaron detenidamente el tramo, validando finalmente lo conseguido por el actual campeón.
Pero lo más sorprendente vino después, ya que cuando se suspendió la carrera por el accidente del finlandés, todavía quedaba tiempo para que los pilotos dieran otra vuelta. Una en donde no tendrían más chance. Era ahí o nunca.
Y la lluvia atacó de nuevo. Morris, junto a varios pilotos, largaron para una última oportunidad, pero el británico se salió de pista y las banderas amarillas flamearon, cortando cualquier ilusión de que los tiempos se pudiesen mejorar. Así, Max fue el más rápido bajo el diluvio.
Lo seguirá Leclerc, quien no podrá contar con su compañero en la parte alta, ya que Carlos Sáinz, recién renovado en Ferrari, tuvo un accidente en la Q2. Norris arrancará tercero y Magnussen cuarto.
La carrera de sprint del sábado determinará la grilla de largada en el Gran Premio de Emilia Romaña, ese escenario histórico y en donde Ferrari espera demostrar que este es su año. El campeón actual por su parte quiere dar un golpe de autoridad y decir que el número uno sigue siendo él.