Auckland fue la sede de un fracaso. No hay otro concepto. La selección chilena femenina cayó cuando tenía el cartel de favorita ante un rival como Haití que quería clasificar por primera vez a una Copa del Mundo. Con poco fútbol y demasiada amargura, la Roja le dijo adiós a la oportunidad de clasificar por segunda vez consecutiva al Mundial. Un fuerte olor a fin de ciclo.
Toda la preparación del equipo de José Letelier estaba concentrada en estos 90 minutos, los definitorios para una clasificación que podía ser histórica. Luego del amistoso ante Argentina, que terminó con una derrota de 4-0, el plantel presenció desde las tribunas la victoria de las haitianas sobre Senegal, que determinó a sus rivales por la plaza mundialista. El antecedente de la Roja ante elencos de la Concacaf no era halagüeño: solo un triunfo en sus nueve partidos previos.
El cuestionado Letelier dispuso de una mixtura entre las experimentadas (como Tiane Endler, Carla Guerrero, Camila Sáez y Karen Araya) y las jóvenes que se están ganando un espacio, como Isidora Olave y Sonya Keefe. Esta última, transferida al Cacereño de España, era la 9 estelar. En el papel, debía ser ayudada en ataque por Zamora y Acuña, en las bandas.
Chile contó con la posesión de balón (el 47% durante el primer lapso), aunque eso no significó una fluida elaboración de juego. Los acercamientos de las nacionales eran, más bien, mediante la pelota detenida, poniendo el balón en el área. En los 24′, Daniela Zamora casi abre la cuenta, conectando un tiro libre.
En ofensiva, Haití había realizado poco en la primera parte del encuentro, sin embargo necesitó una acción, haciendo gala de su potencia física, para abrir la cuenta y complicarle la existencia a Las Rojas. En los 45′+1′, Melchie Dumornay supera en velocidad a Carla Guerrero y saca un tiro cruzado de zurda que supera a Endler. La acción se revisó en el VAR y se ratificó el tanto de las caribeñas.
Ante la necesidad de remontar un marcador adverso, se podía pensar que Chile iba a mover el tablero, remecer el árbol, sin embargo la apuesta era más de lo mismo (el entrenador no leyó bien el devenir del cotejo). El punto es que el cuadro nacional no torcía una de sus evidentes falencias en el último tiempo: la falta de gol. En los 50′, casi llega la igualdad de manera fortuita a través de un autogol, sin embargo no sucedió.
Ingresaron Valentina Navarrete y María José Rojas, por Acuña y Keefe, respectivamente. Seguir jugando por afuera era la premisa, pero buscar centros por alto no era eficiente ante la fortaleza física de las haitianas. Tampoco se probaba con remates directos a la portería de Theus. Y el reloj corría. En los 80′, un débil tiro de Zamora lo atajó la portera.
En el epílogo, Haití tuvo la chance de cerrar la serie con un penal, tras un agarrón de camiseta de Olave que la jueza cobra tras revisar la acción en el VAR, pero Tiane Endler le atajó el remate a Mondesir. El golpe letal para el elenco nacional sucedió en el tiempo añadido, con el 2-0 de Dumornay, definiendo con un tiro bajo. Se acabó la ilusión. El descuento de Coté Rojas fue para disimular un poco el dolor.
Fin del sueño mundialista. Más allá del resultado, lo lamentable es que sucedió sin competir con la convicción necesaria para llegar a una cita planetaria. El término de un ciclo parece inevitable.
Ficha del partido
Chile 1: C. Endler; I. Olave (90′+2′, Y. Jiménez), C. Guerrero, C. Sáez, F. Lara; D. Zamora, Y. López, K. Araya, J. Grez (90′+2′, R. Balmaceda), Y. Acuña (64′, V. Navarrete); y S. Keefe (66′, M. J. Rojas). DT: J. Letelier.
Haití 2: K. Theus; B. Petit-Frere, C. Constant, D. Joseph, K. Louis; J. Limage, S. Jeudy (69′, M. Moryl); B. Louis, M. Dumornay, N. Mondesir; y R. Borgella (90′+5′, R. Éloissaint). DT: N. Delépine.
Goles: 0-1, 45′+1′, Dumornay, con un remate cruzado de zurda; 0-2, 90′+8′, Dumornay, remate bajo de zurda; 1-2, 90′+10′, Rojas, tras mala salida de la arquera.
Incidencia: 89′, Endler le ataja penal a Mondesir.
Árbitra: S. Mukansanga (Ruanda). Amonestó a Araya, Olave (CH); K. Louis, B. Louis, Petit-Frere (H).
Estadio North Harbour, Auckland.