Sin duda que el partido entre Países Bajos y Francia prometía responder a las expectativas de los fanáticos. Un duelo de alto vuelo y que no defraudó en el comienzo, tanto por la calidad de los jugadores de ambas selecciones como por la intensidad. No obstante, los hinchas que repletaron el Red Bull Arena de Leipzig, terminaron lamentando un pálido empate sin goles.

Antes del minuto, llegó la primera emoción. Un pase en profundidad de Memphis encontró a Frimpong picando. Su remate cruzado y algo mordido fue sacado por el arquero Maignan. De vuelta, a los 4′, los galos respondieron con un tremendo disparo de Antoine Griezmann que fue magistralmente sacado por el meta Verbruggen.

Los dos equipos parecían entender que este era un partido clave para asegurar la clasificación y dar un mensaje claro a las otras selecciones. El equipo de Didier Deschamps, eso sí, no contó con su astro Kylian Mbappé, complicado por una fractura nasal, por lo que el DT tuvo que reorganizar el ataque, a partir de la inclusión de Tchouaméni en el medio. De todos modos, el ímpetu del equipo no disminuyó y tuvo varias claras. A los 14′, Griezmann lo tuvo, pero su lanzamiento se fue apenas desviado. Un par de minutos después, Gakpo obligó a lucirse al meta francés.

Si bien el subcampeón paulatinamente fue tomando el protagonismo, le costó concretar. A los 27′, Thuram picó en diagonal libre, pero terminó elevando su disparo. Por su parte, los pupilos de Ronald Koeman aprovecharon las salidas rápidas para muchísimo peligro gracias también a un excelente trabajo de recuperación de sus volantes de contención. No obstante, hacia el cuarto final de la primera mitad, el partido se estancó y las emociones quedaron guardadas.

Pragmatismo

La tendencia hacia el pragmatismo continuó acentuándose. Pocas emociones en las áreas y uno que otro tiro desviado marcaron esa tónica. A medida que fue pasando el tiempo fue quedando la sensación de que a ninguno de los dos les desagradaba el empate, ya que les permitía mantener sus chances intactas de cara a la última fecha.

A pesar de eso, Francia mostró un poco más de ambición y, por cierto, estuvo más cerca. A los 65′, Griezmann casi abre la cuenta, pero pateó el balón de forma incómoda, lo que permitió la reacción del meta neerlandés. Y si bien no fue gol, esa jugada le dio un empujón a los galos, con el protagonismo ofensivo de Kanté y Dembelé.

En el minuto 70 pudieron cambiar las cosas. El árbitro inglés Anthony Taylor, a instancias de su asistente y posteriormente del VAR, anuló el gol de Simmons para Países Bajos por considerar que Dumfries, que estaba adelantado, estorbó la visual y el campo de acción del meta francés al momento del disparo de su compañero.

Los minutos finales convergieron entre el voluntarismo francés y el repliegue neerlandés. Se hizo demasiado tarde para cambiar las cosas y al final firmaron un empate que deja a los dos con cuatro puntos al frente del Grupo D, seguidos de Austria con tres y Polonia sin unidades.