¿Qué no falta en su maleta?
Ropa de calle. Para salir a dar un paseo, ir al Mall, no solamente en ropa deportiva.
¿Y qué no llevará nunca?
El PlayStation. Conozco más de uno que lo lleva a todas partes, pero yo ni he tenido ni he sido muy bueno.
¿Lo mejor de Cochabamba?
Llevo cinco días. No he tenido tiempo para recorrer mucho, pero creo que el hotel. Un cinco estrellas con todas las comodidades para descansar y prepararse.
¿Pieza individual o compartida?
Pieza compartida. Con Martín Vallejos y Benjamín De Vidts. Aunque más que una pieza es un bungalow de dos pisos.
¿Un plato típico boliviano?
La yuca está muy rica.
¿Problemas con la altura?
La verdad es que sí. Hemos sido varios, incluyéndome a mí, con dolores de cabeza, porque te falta un poco el aire. Más de 2.000 metros se nota, sobre todo entrenando. Pero por eso llegamos también antes, para aclimatarnos.
¿Alguna manía en las concentraciones?
No, pero me gusta levantarme un poquito antes y ducharme siempre en las mañanas.
¿Qué música suena en el hotel del Rugby a siete?
Reguetón. Acá lo escuchamos todos.
Un chileno que sí o sí va a volver con una medalla.
Arley se va a llevar a Santiago una, la de oro.
¿Y ustedes?
Nosotros tenemos esa presión positiva de superar el bronce de los últimos Juegos, conseguir algo mejor.
El rival más fuerte es...
Por tradición, Argentina, aunque parece que viene con un equipo B. Y también Uruguay, más parejo.
¿Se superan los 27 oros de Santiago 2014?
Es una meta de todos, pero sí, yo tengo fe en el grupo y en que se va a poder cumplir.