Frank Lampard es el primer técnico inglés del Chelsea en 23 años, lo que marca su regreso al club del que es máximo anotador y con el que conquistó numerosos trofeos a lo largo de 13 años como jugador. Hoy fue presentado como el reemplazante de Maurizio Sarri, quien partió a la Juventus.
El nombramiento de Lampard, de 41 años, constituye una apuesta que conlleva riesgo. Tiene solo un año de experiencia como técnico de equipos profesionales, tras dirigir la temporada anterior al Derby County de la segunda división, y llega a un club sometido a una prohibición de un año para realizar fichajes. Asimismo, el Chelsea se ha rezagado respecto del Manchester City y el Liverpool en la Premier. Y recientemente vendió a su mejor jugador, Eden Hazard, quien se marchó al Real Madrid.
Con todo, hay emotividad en un reencuentro al que ni Lampard ni el Chelsea pudieron resistirse. "Todos conocen mi amor por este club y por la historia que hemos compartido", dijo Lampard después de que el Chelsea confirmó su esperado arribo con un convenio por tres años. "Estoy aquí para trabajar duro, traer más éxito al club. Y estoy ansioso por comenzar". Lampard marcó 211 goles, pese a ser mediocampista, de 2001 a 2014. Durante este periodo, consiguió todos los honores posibles, incluidos tres títulos de la Premier y uno de la Liga de Campeones.
Será el duodécimo técnico en 16 años transcurridos con Roman Abramovich como dueño del club (desde 2003). Ningún inglés dirigía el club de manera permanente desde que Glenn Hoddle lo hizo en 1996. El nuevo estratega tendrá que sobreponerse a la incapacidad de reforzar el plantel. El club está sujeto a una prohibición de transferencias que abarca los dos periodos de fichajes de la próxima temporada. Christian Pulisic, extremo estadounidense, y Mateo Kovacic, volante croata, estaban ya contratados cuando se impuso el veto. Pero serán los únicos refuerzos en Stamford Bridge. Ello significa que Lampard deberá recurrir a los jóvenes talentos del Chelsea durante la primera parte de su gestión, algo que muchos técnicos hacen a regañadientes.
"Siempre he puesto el ojo en la academia. Fui ese jugador juvenil hace mucho tiempo, y entonces, lo único que uno quiere es tener la sensación de llegar al primer equipo. Uno espera que la brecha que divide a las inferiores del equipo principal pueda cruzarse", rememoró.