"Todavía estoy tiritona", decía una joven fanática de Roger Federer, quien no salía del asombro luego de tener la posibilidad de verlo desde muy cerca en la cancha del Movistar Arena, donde la estrella del tenis mundial ofreció en una clínica para niños de diversas escuelas, junto con el alemán Alexander Zverev, su rival de anoche en el recinto de Parque O'Higgins. Una sensación, en todo caso, que embargó a muchos de los que fueron testigos de la inédita presencia de ambas figuras en suelo chileno.
Pasadas las 10.30, el actual número tres del mundo y su compañero de viaje, que ocupa la casilla número siete, arribaron a la capital en un vuelo privado, ingresando por la zona de protocolo del Aeropuerto Arturo Merino Benítez. Solo unos pocos privilegiados se encontraron con los deportistas. Un puñado de guardaespaldas y una pequeña cápsula de seguridad acompañaron el trayecto hasta Santiago Centro. Ahí los esperaban los niños que formarían parte de la clínica que organizó Horacio de la Peña y en la que también participó el extenista Sergio Cortés.
"Yo estaba colaborando con algunos detalles para la exhibición y me enteré de que se realizaría una clínica. Hablé con Horacio y me invitó a participar de la actividad. Para mí, es un honor haber compartido con la leyenda más grande, que es Roger, y con una futura leyenda como Alexander", cuenta Checho, quien quedó ubicado en una mini cancha al lado de Sascha. "Con Zverev hablamos harto, le expliqué en qué consistía el ejercicio que estábamos haciendo con los niños y se mostró muy receptivo", agrega.
Entre la gran cantidad de niños que formaron parte de la actividad, también aparecieron algunas autoridades, como la ministra del Deporte, Cecilia Pérez, el subsecretario Andrés Otero y el alcalde de La Reina, José Manuel Palacios. También se encontraba Fernando González, quien saludó afectuosamente a Federer e intercambió un breve diálogo. Un ceacheí, fotos y autógrafos para los niños sellarían la primera de las actividades de ambas estrellas.
"Les aconsejaría a los niños que escucharan a sus padres y a sus entrenadores; que entiendan que esto es un proceso largo, pero que también que vivan el momento y sean felices", diría minutos después Federer, en una acotada conferencia de prensa, en la que también repartió elogios al trabajo de Nicolás Massú con Dominic Thiem, y a Nicolás Jarry y Christian Garin.
Terminada la atención a los medios, el suizo y el alemán se dirigieron a probar la cancha e intercambiar unos raquetazos por casi 20 minutos. Después, Zverev se quedó practicando servicios con De la Peña y su hijo Bautista, de apenas 10 años. "Fíjate cómo empuja la bola y eso que mide 1,97", le repetía el Pulga a su retoño, quien se dio el lujo de ganarle un espectacular punto a Sascha. Drop shot del europeo y Bauti no solo se conformó con llegar a la bola, sino que pasó con un increíble globo la humanidad de su ocasional adversario, a quien no le quedó otra que aplaudir la genialidad.
Encuentro VIP
Federer participó luego en un encuentro VIP, llamado RF Experience, un almuerzo en el Hotel Sheraton, en el que interactuó con los fanáticos, recibió un cariñoso mensaje de los alumnos del Colegio Suizo, y pudo conversar nuevamente con Fernando González, en un evento que estuvo conducido por Esteban Elías. Los gritos de apoyo y el ceacheí nuevamente se volvieron a escuchar fuerte en una jornada, que posteriormente contempló una reunión con fans en el Movistar Arena, escenario en el que la noche de este martes jugaron la primera de las cinco exhibiciones que realizarán por Latinoamérica.