"Fue horrible, me sentí como un ladrón"

El militar y atleta Roberto Tello fue suspendido provisionalmente por un positivo por testosterona del que ahora, cuatro meses después, ha sido absuelto. El primer caso que se da vuelta desde la creación de la CNCD.
El calor asfixia en el Campo Militar de La Reina. El termómetro alcanza los 33 grados a la sombra y entre ejercicios militares, ensayos de himnos y cornetas sonando, aparece Roberto Tello (25), el primer deportista con resultado adverso que salió absuelto desde la creación de la nueva Comisión Nacional Contra el Dopaje (CNCD). Tras una larga investigación, el mediofondista, especialista en los 3.000 metros con obstáculos y también en paracaidismo (es su especialidad en las Fuerzas Armadas), se sienta a hablar con eldeportivo de La Tercera. Quiso hacerlo antes, pero sus superiores se lo prohibieron. Ahora, concluido el proceso a su favor, sí se lo permiten.
¿Cómo fue el momento en que lo notifican?
Estaba preparando mis cosas para correr con Cristián, en el Mundial de Londres. Me llegó un correo una noche antes de correr y no lo quise ver. Lo leí al otro día, en la mañana, y me enteré que se trataba de una muestra positiva.
¿Qué pensó en ese momento?
Imagínate. Estuve entrenando con él durante un mes en Sao Paulo, estuvimos dos semanas después en Londres, ya había encontrado esa conexión que hay que tener con el atleta ciego, ya conocía su ritmo de paso, y sucede esto… Valenzuela se queda sin guía para el Mundial.
Valenzuela y sus compañeros. Guajardo, Valdivia y luego usted, todos guías dopados.
Sí. Todos le dicen que es la cuerda la que tiene una maldición, que tiene que cambiarla.
¿Cómo fue su regreso a Chile?
Fue horrible. Me cambiaron los pasajes el mismo día y en el viaje de regreso el vuelo no era directo. Tuve una escala en Buenos Aires muy larga, estuve 10 horas sin celular, con el horario cambiado, desconectado absolutamente. No podía comunicarme con nadie y sólo quería saber qué estaba pasando en Chile.
Y llegó a Chile y se enfrenta a la noticia.
Que te acusen de presunto dopaje es lo peor que le puede pasar a un deportista. Sobre todo en mi caso, que no hice nada. Es algo horrible, me sentí como un ladrón. Mi carrera deportiva y personal estaba viéndose afectada absolutamente. Y no sabía cómo había ocurrido, que fue lo peor.
¿La testosterona para qué le sirve a su deporte?
Me dijeron en la Comisión que un fondista no se dopa con testosterona, sino con otro tipo de sustancias. Además, en el CAR tenían todos mis exámenes de sangre, que me hacían cada mes o mes y medio. Mis parámetros fueron siempre iguales. Lo que arrojó la muestra es un metabolito.
¿Lo controlan con regularidad en el CAR?
Cada mes o mes y medio. Además, la comisión nos realiza controles sorpresa en entrenamientos o competencias; siempre hay control de los atletas que están en el alto rendimiento.
¿El historial del atletismo ayuda a dudar?
Creo que eso es lo que más pesó. Me comparaban con todos los demás, pero yo no era como todos los demás. Tenía mi conciencia tranquila.
¿A qué se refiere con "como todos los demás"?
Lo que pasa es que el resto de los casos marcaron positivo por sustancias que sí les ayudaban en el rendimiento. Mi caso, en cambio, era una sustancia que ingresó por un masaje, vía cutánea, no para obtener beneficio.
¿Nunca le han ofrecido sustancias que sí lo beneficien?
Nunca. De hecho, he corrido en España temporadas completas y nunca me sucedió, a diferencia de lo que dice Squella, que lo vio hasta en el hotel. Eso yo nunca lo he visto. Puede ser por mi entrenadora (Julia del Río), que nos tiene muy controlados. De hecho, cuando competimos, somos un grupo muy cerrado, sólo los tres, con Carlos Díaz, ella y yo.
¿Fue usted personalmente quien inició la investigación para descubrir cómo se contaminó?
Sí. Fueron tres semanas buscando. Primero, que era la sustancia en sí. Después, envié todos mis suplementos al laboratorio, glutaminas y aminoácidos, para ver si es que en alguna cadena pudieron contener esto. Un químico farmacéutico dividió la sustancia de tal forma que llegó al metabolito de testosterona y descubrió que la única forma que ingresara a mi cuerpo es por la vía cutánea. Ahí descarté todo, y como tampoco me inyecté nada, llegué a pensar incluso que podía ser el desodorante. Al kinesiólogo que me trató le tuve que pedir que me entregara todas sus cremas para analizarlas y ahí llegamos al fondo del asunto. En Chile hay una ignorancia muy grande en torno a este tema. Él tampoco sabía que sus cremas podían arrojar doping.
¿Y accedió de inmediato o puso reparos?
Hubo dos o tres semanas que no me contestó el teléfono. Iba a su casa y no salía nadie. Hasta que al final me contestó. Me dijo que lo leyó en el diario. Estaba asustado. Es un profesional que recién está comenzando y tenía temor que este error le pudiera afectar a su profesión.
Pero si no colaboraba, el afectado sería usted.
Claro. Por eso acordamos que me iba a ayudar. Tenía que declarar, si no nos íbamos a ir a juicio.
Usted es el primer resultado adverso que resulta absuelto ¿Qué opina de eso?
Creo que salió a flote la verdad. Nada más.
¿Pensó que podría haber sido otra esta historia?
No, nunca lo pensé. Seguí entrenando duro, porque se venían los Bolivarianos. Pensaba que iba a salir absuelto pronto y que iba a ir a correr a Colombia, a romperla. Todo este tiempo estuve entrenando muy fuerte, mucho más mentalizado. Sinceramente, nunca pensé que me sancionarían.
A nivel mundial hay una desconfianza en torno al atletismo.
Hay una desconfianza en el deporte en general. Cada vez hay métodos más sofisticados para investigar. Lo mío se descubrió por un tema molecular. Creo que antes de apuntar con el dedo, la gente tiene que informarse bien y preguntarle a la persona inculpada su situación.
¿Se le alejó mucha gente al ser apuntado como tramposo?
Sí. Mucha gente. Era "el que marcó positivo". Ahí te das cuenta de las personas que valen y las que no. Corro desde los 13 años, ahora tengo 25, he sido campeón sudamericano tres veces, he ido a Mundiales. Entonces esas personas que han visto ese proceso siguieron confiando en mí. Los otros, no.
¿Cuesta sacarse el estigma de ser un dopado?
A mí me da lo mismo, en verdad. Estoy con mi conciencia tranquila y limpia para seguir entrenando para lo que viene. Mi meta son los Juegos Olímpicos de Tokio.
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