El coronavirus provocó la suspensión de todos los campeonatos nacionales de fútbol. Los clubes cancelaron los entrenamientos y optaron por el teletrabajo, para evitar la propagación de la infección.
La ANFP no se queda atrás. En Quilín decretaron, como primera medida, que los funcionarios mayores de 65 años trabajen desde sus casas, ya que conforman el grupo etáreo de mayor riesgo, según estableció la OMS.
Los árbitros, que son la mayor fuerza laboral de Quilín, ya que el 50% de sus funcionarios son jueces, tendrán libre hasta el 31 de marzo. Como todo está en evaluación día a día, aquella fecha, evidentemente, puede variar y extenderse si es que así lo amerita.
Cerca del 40% de los empleados de la ANFP está en régimen de teletrabajo y alrededor del 5% está cumpliendo sus labores en el edificio de Peñalolén, entre ellos, el presidente Sebastián Moreno. Ayer, de hecho, hubo reunión de directorio y toda la mesa estuvo presente, excepto Marcos Kaplún (76 años), quien participó a través de videoconferencia.
La oficina de partes se mantiene abierta para quienes tengan que realizar algún trámite de forma física o entregar documentos. Sin embargo, a causa de la pandemia, se le solicitó a los clubes digitalizar lo máximo posible.
Durante la tarde de ayer, el edificio y las canchas de Quilín fueron fumigados como medida preventiva. También se colocaron dispensadores de alcohol gel, mientras que los pasamanos y manillas de la sede se limpian cada dos horas.
En cuanto a los complejos Juan Pinto Durán y Fernando Riera, ambos se encuentran cerrados y sus trabajadores en las casas.