Fernanda Pinilla: "En el fútbol es más difícil para un hombre hacer pública su homosexualidad"

Imagen Fernanda Pinillaoficial

Fernanda Pinilla, lateral de las Rojas, juega fútbol, estudia, se pronuncia, piensa y proclama como lesbiana. Referente de Chile pese a Letelier, que la excluyó del Mundial, la citó luego y no la puso nunca. Habla de todo.



A Fernanda Pinilla no cuesta distinguirla entre la multitud que transita por José Pedro Alessandri, en Ñuñoa. Luce lentes redondos, a la moda. Chaqueta ancha, multicolor. Llama la atención. Sin embargo, ningún transeúnte la reconoce. Su rostro no es familiar para la gente. El fútbol femenino no ha crecido tanto. Fue la última en subirse al avión del Mundial, después de quedarse fuera de la lista inicial de las Rojas con mucha polémica, pero lo dejó igualmente sin jugar nada. Líder sindical, licenciada en Físicas, pionera al reconocer abiertamente su homosexualidad, veterana y referente pese a sus 25 años, emigrante (este año va a jugar en Badajoz, en la segunda división española) y una de las enemistadas con el seleccionador Letelier. La Mosca no quiere hablar solo de fútbol. Se pide un café, lo acompaña con un queque de zanahoria y arranca.

¿Cómo viene del Mundial?

El balance es súper positivo. Lo que vivimos entrega esperanza e ilusión para el futuro de la Selección. Fue el primer Mundial y competimos con potencias de igual a igual. Los errores se pueden perfeccionar. Obtuvimos un primer triunfo, algo histórico. Quedamos con una espina clavada y tal vez aún no dimensionamos lo conseguido por esto mismo.

¿La espina es que eran muy superiores a Tailandia y no fueron capaces de sacar más diferencia?

Desde el primer minuto vi hambre de buscar el resultado. Las cabras se fueron con todo a buscar el gol. Nos jugó en contra la desesperación. No nos salió al principio, pasaba el tiempo, y eso nos jugó en contra. Tuvimos ocasiones, un par de cabezazos, remates al arco sin marca, pero el balón no quiso entrar. Y ya para terminar el penal, que es cosa de suerte.

Estaba destrozada Francisca Lara luego de fallar el penal.

No soy amiga muy cercana de Pancha. Solo atiné a abrazarla y decirle 'tira para arriba, Negra'. Entiendo la responsabilidad de tirar un penal. Yo he estado en esa posición. Al fallar sientes que le fallaste a tu equipo. Pero esto es un deporte de equipo. El penal es algo fortuito. La Pancha es una excelente jugadora. Se sacó la cresta por estar ahí y el destino no quiso que fuera, nomás.

Marta Tejedor echó de menos más ataque. ¿Chile fue ratón?

Es evidente que nos salimos a defender contra Estados Unidos y Suecia porque tienen una diferencia gigante en temas ofensivos. Sí nos faltó hacer más ataque directo, practicarlo más, y no hacer ataques tan elaborados. No aprovechamos que teníamos jugadores rápidas arriba. Nos faltó eso, sí es evidente. Cualquiera que entienda de fútbol lo dice, como lo que comentó Marta.

¿Por qué usted no sumó ningún minuto durante el Mundial?

No sé. No sé cuáles serán las razones técnicas. Pero de la forma en que me subí al viaje era un poco impensado creer que iba a sumar minutos. Si no estaba en la primera lista... Fue desafortunado subirme por una lesión, pero me imagino que la decisión de no jugar fue por gustos, sensaciones de los entrenadores.

¿Le dio Letelier una explicación?

Nunca tuvimos esa conversación. No sé si tiene la obligación de hacerla, pero tampoco se la pedí. Por un tema de sensibilidad preferí no hacerlo. En ese momento, preferí no acercarme, pasar la pena con la familia y los amigos. Sí pienso pedírselas, si es que se da la opción. Pero Letelier, antes de dar la nómina, lanza que ve a las jugadoras día a día y a mí me vieron mal contra Colombia en el CDA.

¿Basta un mal partido de preparación? ¿No hubo más?

Es que eso depende de la forma de trabajar de cada persona. No sé si yo hubiese bajado a una persona por un mal partido. Muchas de las seleccionadas hemos tenido malos partidos. No sé si se me midió con la misma vara que a todas. Esa sensación queda cuando no te dan explicaciones. Pero no tengo por qué pedirlas. Uno queda con esa sensación: ¿de verdad por un partido quedo fuera? No es que me sintiera segura en la nómina, pero días antes pasaron situaciones que me hacían creer que estaba en la nómina.

¿Qué situaciones?

Llamaron a mi papá para pedirle una carta para que yo la leyera como sorpresa en Francia. Mi papá no me lo dijo entonces, me lo dijo a los días de no aparecer en la nómina. Pensó después que lo estaban agarrando pal hueveo. Y antes empecé a sentir cosas raras, que no iba a ir al Mundial. Mi papá me decía que estuviese tranquila, que tuviese fe. Y a los días me contó todo esto. Eso me da más luces que de verdad me bajó por un partido. Fue raro.

¿Pensó en no viajar cuando la llaman de emergencia?

No, jamás pensé en no ir. No pensé que se iba a dar la opción de esa manera tampoco. Si bien sentía que merecía estar ahí, tenía que seguir luchando para estar en cuatro años más en el próximo Mundial.

Endler pidió jugadoras con experiencia en el plantel. ¿Se siente parte del quiebre?

No sé si realmente se refería a mí... Sí a otras compañeras como la Coté Rojas y Daniela Pardo. Ellas tienen experiencia internacional, partidos importantes. La Selección había estado cerca de clasificar a mundiales y ahí siempre estuvieron las dos. Daniela es polifuncional y rinde arriba. El tema de hacer pocas sustituciones es algo que le debe incomodar y generar ruido a Tiane. Pero no solo a ella, sino a todas. Los cambios fueron tarde. Todo el mundo lo dice. Sí me llamó la atención que Tiane reclamara, pero todos tienen derecho a manifestarse.

¿Qué jugadoras había que sacar para que entraran las expertas?

Ufff. Yo no me voy a quemar dando el nombre. Ninguna chica generaba molestia que jugara. Todas tenían sus méritos y demostraron con creces por qué debían estar en el Mundial. Todas tenían las capacidades para jugar.

¿Se tiene que ir Letelier?

Todas las cosas se pueden conversar para mejorarlas. No creo que esto genere un quiebre en la relación que tengan con el entrenador. Es valorable el trabajo que hizo. Se puede conversar, sí, pero tal vez todas están esperando que aparezcan personas con mucha más experiencia en temas de selección y mundiales.

¿Son un camarín cabrón?

No, para nada. El camarín es muy rico, bien humano. Hay roces como en todos los equipos, pero no lo definiría como un camarín cabrón.

¿Que el DT sea hombre incomoda?

No, estamos acostumbradas a que nos dirijan hombres. Las niñas hace poco empezaron a ingresar a la INAF. Sí me gustaría ver mujeres en todos los cuerpos técnicos. Espero que algún día una mujer diriga a la selección femenina.

Usted admitió su homosexualidad aun a riesgo, dijo, de que se le cerraran puertas. ¿Se le cerraron?

En el mundo del fútbol nos conocemos todos. Es muy reducido. Todos sabían antes de esa entrevista que era lesbiana, que tenía mi pareja, que tenía una relación. Uno como que no se espera que esas cosas vayan a afectar en el fútbol. Yo hacía referencia a lo que pasa en Chile si uno comunica su orientación sexual. A veces, netamente por los prejuicios que se construyen. Si en un futuro, busco un trabajo como científico, o postulo a becas en la que decidan personas con paradas más cerradas, más conservadoras, me puede afectar. Pero jamás se me pasaría por la cabeza que en el fútbol me afecte.

¿O sea, en el fútbol no se ha sentido discriminada por eso?

Sí me he sentido discriminada por ser lesbiana. Cuando era más niña. Por gente que trabaja en los equipos, no por mis compañeras. Gente de más arriba, del área médica, en donde uno sentía el trato distinto. O quizás era la sensación. Simplemente como que te lo prohibían. Estando en una Selección Sub 17, con 16 años, a un entrenador se le ocurrió hacer una charla para preguntarnos nuestra orientación sexual. No le vi ni le veo sentido. Uno no anda haciendo charlas o anda preguntándole a los niños en el curso por su orientación sexual, por ejemplo. Encuentro fuerte indagar en la sexualidad de las jugadoras. Esas cosas son señales, discriminación indirecta. ¿Por qué le tiene que importar o por qué manipular mi sexualidad?

¿Percibe que se da por hecho que todas las futbolistas son lesbianas?

Sí, y me llama harto la atención. Es verdad que hay una concentración de lesbianas en el fútbol femenino, eso no es un secreto, pero no es una característica ser futbolista y ser lesbiana. Hay muchas jugadoras que no lo son. Me molesta que se diga eso. No tuviese nada de malo si lo fuera. El problema de omitir esos juicios es cuando se omite con una especie de prejuicio, de ser despectivo con una persona, de no valorarla.

¿En el fútbol femenino no existe la discriminación contraria, contra la que es heterosexual?

No, para nada. No, nada que ver.

¿Vio el beso entre las futbolistas suecas Eriksson y Harden?

Lo vi. Me freno a leer los comentarios porque a veces son bien retrógrados. Hay mucho prejuicio en este tipo de acciones. Cuando lo vi, me acordé del beso de Casillas con su novia periodista cuando ganó el Mundial 2010. Fue algo tan genuino, las locas estaban súper felices... Valoro mucho lo que hicieron, lo encuentro súper positivo. Pero yo no tendría a mi pareja en el mismo plantel.

¿Por qué?

Es que lo encuentro súper difícil por cómo vivo el fútbol. Me costaría. A ellas también les debe costar, porque a veces hay conflictos en el camarín. Se generan roces de trabajo con tu pareja que uno quiere evitar. Lo mismo te puede pasar con los amigos.

¿La homosexualidad es cosa del fútbol femenino o también está presente en el masculino?

Lo he pensado muchas veces. En una sociedad como la chilena es muy difícil hacerse público como homosexual. Siendo mujer es difícil, pero en el fútbol es mucho más difícil para un hombre hacer pública su homosexualidad. Todo este prejuicio viene del machismo de la sociedad. Lo que se espera del machismo es que el hombre sea bien hombrecito, bien fuerte. Entonces no se explica que tenga sensibilidad por otro hombre. Para los hombres es más difícil manifestar que se tienen esas sensibilidades por otro hombre. En el fútbol debe pasar eso. No creo que la concentración sea la misma que la de mujeres, por un tema de estudios, no porque lo diga yo, pero en el fútbol masculino la homosexualidad sí se esconde, mucho más. Por el simple hecho del machismo que gobierna la sociedad.

¿Le da miedo el futuro del fútbol femenino?

Sí, mucho miedo. Tenemos la materia prima, estoy convencida. Pero no está solo en Santiago. Lamentablemente, por la geografía, en todas las aristas, deportivas, culturales o políticas, todo se concentra en Santiago. Hay más niñas en Temuco, como salió Yanara Aedo. Hay más en Chile chico, como Claudia Soto. Hay más en la Quinta Región, como Camila Sáez, o Javiera Toro, de Tocopilla. La Federación o los equipos no se han dedicado a buscar ese talento. Me da miedo porque requiere plata, inversión. Mientras no puedan ver retribuciones inmediatas en el corto plazo, la gente esconde la plata. No la gasta. Me da mucho miedo que este exitismo sea ahora y nunca más. O que tengamos que desaparecer de nuevo del ranking FIFA, o años más para pensar que estamos de nuevo en el Mundial. Lo que me da más miedo es que las niñas se desmotiven del fútbol y se salgan. A mí me tocó ver a niñas espectaculares que se salieron porque no tuvieron apoyo.

¿Los clubes miran al fútbol femenino como una moda?

Sí, como todos los movimientos sociales. Lo que pasa con los retails y el feminismo mismo. Ponen poleras con frases feministas de historiadoras, que siempre han estado pero que ahora mágicamente aparecen. En los equipos pasa lo mismo, en las escuelas que se forman. Es una consecuencia social del movimiento mercantil, positiva porque ayuda. ¿Pero qué va a pasar cuando el fútbol femenino deje de ser moda? ¿Cómo lo mantenemos?.

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