El futbolista que inspiró a Pelao, de Barrabases

Imagen Bello


Un accidente automovilístico en la plaza de armas de Vallenar, donde el conductor fue el Chita Humberto Cruz, le hizo perder la visión del ojo izquierdo en 1964. Así jugó en su paso por Magallanes (1965). En sus últimos años, cuando vivía en una residencia de la tercera edad, una catarata en el ojo derecho lo dejó ciego, pero no afectó su sentido del humor: "Aquí estamos, esperando la carroza… El problema es que los demás órganos siguen funcionando", bromeaba Bernardo Francisco Bello Gutiérrez (8 de diciembre de 1933, Quillota-14 de septiembre de 2018, Santiago).

De una olimpiada escolar en Santiago, donde defendió a Quillota, saltó al primer equipo de Colo Colo con 1,71 metros y 61 kilos y debutó internacionalmente frente al Partizán, de Yugoslavia, con victoria de 1-0 (diciembre de 1953).

En febrero de 1954, Luis Tirado lo llamó a la selección nacional que enfrentó a Paraguay por las Eliminatorias del Mundial de Suiza. En el Estadio Nacional, Chile perdió 3-1 y el gol fue de Jorge Robledo, tras un centro de Bello.

"Tuve la suerte de jugar al lado de grandes futbolistas como Cua-Cuá Hormazábal, Jorge Toro y Chamaco Valdés, que deben ser los tres mejores organizadores del fútbol chileno. En mis inicios me aconsejaron Atilio Cremaschi y el Gringo Robledo, estaban Manuel Muñoz, Jaime Ramírez, Mario Moreno y goleadores como Juan Soto y Luis Hernán Álvarez"

Bello se especializó en los centros: a Robledo en el segundo palo para que cabeceara o pivoteara; a Soto y Álvarez, rasantes al primer palo para que anticiparan. Con sus características de zurdo veloz, la habilidad y el freno, fue campeón en Colo Colo 1956, 1960 y 1963, ganó la Copa Chile 1958 e inspiró el personaje Pelao, compañero de Pirulete en Barrabases, la inolvidable revista de Guido Vallejos.

Integró la selección de Fernando Riera que se alistaba para la Copa del Mundo 1962. "Con la camiseta roja viví mi partido inolvidable cuando Chile derrotó por primera vez a Argentina. Perdíamos 2-0 y ganamos 4-2. Actué junto a mi ídolo, René Meléndez, y convertí el primer y el tercer gol por el centro en ataque, en centros de Moreno. Fue la despedida de Sergio Livingstone (noviembre de 1959)".

Pese al tiempo transcurrido, Bello nunca olvidó el resquemor con Riera: "Nunca fui de su gusto y si me citaba fue exclusivamente por la presión de los medios, porque durante tres años consecutivos fui elegido el mejor puntero izquierdo (1959, 1960 y 1961). Leonel Sánchez era el interior izquierdo y hacíamos ala. Riera me llevó a la gira a Europa, pero me dejó afuera a última hora del Sudamericano de Buenos Aires 1959 y de la nómina final de 25 a 22 jugadores para el Mundial 1962".

¿Un duelo? "Con Luis Eyzaguirre, de Universidad de Chile".

¿Un gol? "A Santiago Wanderers en Playa Ancha. Ganamos 1-0 y fue determinante para el título de 1960".

¿Una curiosidad? "Una tarde le convertí dos goles con la de palo, la pierna derecha, a O'Higgins. Los dos en el arco norte del Estadio Nacional. El arquero era Ricardo Storch (julio de 1960)".

Colo Colo siempre se nutrió de profesores, Bello, como David Arellano, se tituló en la Escuela Normal Abelardo Núñez, y más tarde se dedicó a la formación de jugadores. Entre ellos, escogió a Jaime Pizarro del colegio San Pedro Nolasco

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