Gabriel Arias se lució en Corea del Sur y se afianza en el arco de la Roja

Gabriel Arias comienza lentamente a consolidarse como el arquero titular de la Selección Nacional. Bajo el mando del colombiano Reinaldo Rueda, el argentino nacionalizado chileno ha despuntado y ha sumado inusitado protagonismo a partir de la marginación de Claudio Bravo, primero, y de su grave lesión en el tendón de Aquiles, después. El meta de Racing de Avellaneda no se deja amilanar por la presión de sustituir a quien fuera el capitán del equipo durante la última década y, a punta de buenas actuaciones, despeja cualquier duda respecto de su nivel.

Este martes, en Suwon, el portero jugó un buen partido en el amistoso sin goles frente a Corea del Sur. De hecho, además de Arturo Vidal y Gary Medel, fue uno de los hombres más destacados del encuentro. Tuvo al menos tres intervenciones clave para ahogar el grito de gol de los asiáticos y llevó la voz de mando en el fondo nacional. Respondió de buena forma en cada jugada en la que participó. No cometió errores y mostró en todo momento su confianza. Estuvo atinado también en el juego con los pies.

Lección aprobada para el arquero, que sigue sumando experiencia en la Roja para proyectarse a futuro en un 2018 de ensueño. Tras arribar a Unión La Calera a principio de año, cedido desde Defensa y Justicia como un completo desconocido, en nueve meses le dio un vuelco a su carrera. Primero siendo el mejor arquero del Torneo Nacional, después consolidándose rápido como titular en Racing y ahora haciendo lo propio en el arco chileno, donde ha exhibido su nivel y dado garantías de solvencia y seguridad.

Arias y el camino de la consolidación. El arco chileno tiene nuevo dueño.