El 28 de agosto de 2022, Gabriel Diallo se cruzó en el camino de Marcelo Ríos y su pupilo Juncheng Shang. El tenista canadiense, de 20 años por ese entonces, buscaba su primer título de Challenger en Granby, mientras que el asiático llegaba muy motivado, ya que un par de semanas antes había logrado la corona en Lexington en su primer torneo con el ex número uno del mundo como entrenador.
La diferencia de ranking favorecía al juvenil chino, de solo 17 años en ese momento, pues se ubicaba en el lugar 246 del ranking, mientras que su rival aparecía en el puesto 519. Sin embargo, esa distancia se atenuó bastante con el apoyo del público que hinchó fervorosamente por el jugador local, que además cuenta con una característica importante: mide 2,03 metros.
“¡Vamos, Jerry!”, le gritaba Ríos a su pupilo, que no se veía del todo cómodo en el cemento de Granby. El primer parcial se definió por detalles. En el noveno juego se produjo el primer quiebre del partido a favor del canadiense, quien logró la ruptura con una notable derecha angulada. Luego, sin mayores inconvenientes, el invitado local sentenció la manga con su servicio. Era la primera vez en toda la semana que el chino perdía un set.
Diallo, oriundo de Montreal, estuvo inspirado y el joven tenista de Beijing no logró incomodarlo con sus tiros. A pura potencia, quebró en el séptimo y en el undécimo juego. Sin embargo, los nervios no lo dejaron ratificar el rompimiento, incluso dejando ir dos puntos de partido.
El partido se fue al tie break y ahí Shang tuvo buenos momentos, pero fue el canadiense quien jugó un tenis casi perfecto para ganar la primera corona de su carrera y poner fin al invicto del chileno, quien semanas después sería despedido por el asiático, en medio de una dura polémica con el padre del deportista.
“Fue muy divertido jugar allí porque está a una hora de donde vivo. Mis amigos estaban allí, la multitud realmente me abrazó. Estaba jugando libre y motivado. Fue la mejor experiencia de mi carrera profesional hasta ahora”, recordó en una entrevista con el sitio oficial de la ATP.
El salto
La historia de Gabriel Diallo es multicultural. Su madre fue una seleccionada nacional de balonmano ucraniana, mientras que su padre es un programador de computación oriundo de Guinea. Desde muy temprano el deporte estuvo presente en su vida. “Hacía atletismo y gimnasia. La gente siempre me dice que debería jugar baloncesto. Pero los dos que principalmente jugué fueron tenis y balonmano, que también es un deporte divertido de jugar”, revelo.
Después de ese título en Granby, su carrera dio un salto cualitativo. Sus resultados a nivel de challenger le permitieron subir bastante en el ranking al punto que hoy se ubica en el puesto 134 y la semana pasada se dio el lujo de avanzar una ronda en el Masters 1000 de Toronto, tras superar al británico Daniel Evans (21º), en la victoria más importante de su carrera.
Su éxito en Granby le valió debutar el año pasado en la fase de grupos de la Finales de la Copa Davis. Cayó por un doble 6-2 ante el serbio Laslo Djere, y ahora repetirá la experiencia de la nominación en esta misma instancia, y con buenas chances de ser singlista titular en Bolonia, cuando enfrente a Italia, Suecia y Chile, debido a la baja de Felix Auger-Aliassime.
Precisamente, en sus comienzos, fue entrenado por Sam Aliassime, el padre de Auger-Aliassime, para luego ingresar a estudiar finanzas en la Universidad de Kentucky, donde destacó en la NCAA y logró varios hitos. Eso sí, renunció a su último año de competencia universitaria para dedicarse de lleno a ser profesional.
De la mano de Martin Laurendeau, histórico ex capitán de Copa Davis de Canadá, el gigante ya parece estar listo para dar su siguiente salto hacia el top 100, credenciales con las que amenaza a los dirigidos de Nicolás Massú.