Español de Talca y el Club Deportivo Sergio Ceppi se juegan el título de la Segunda División y el ascenso a la Liga Nacional de Básquetbol. Los talquinos ganaron el primer juego en La Cisterna, en la final al mejor de tres partidos. Hoy, en el Maule, sigue la llave con dos historias que se cruzan: tres veces ha sido campeón el Quijote de la LNB y Ceppi, en sus 69 años de historia, está viviendo su primera posibilidad real de ascender, de la mano de Galo Lara, el coach que llevó a la Roja Sub 17 al título sudamericano de 2017. En la previa, el DT comenta esta final y el fallo del plantel que debía defender el trofeo continental.
¿Cómo afrontará la serie ahora que se va a Talca con desventaja para ustedes?
Corrigiendo nuestros errores y afinando lo que hicimos bien. No tuvimos un partido promedio a lo nuestro. No tuvimos buenos porcentajes. Eso debemos mejorar para competir de igual a igual y llevar un partido estrecho hasta el final. La serie está dura. Estábamos invictos como local y ellos no han perdido en Talca.
¿Cómo ha tomado el club esta campaña histórica?
Contentos y entusiasmados. Se cumplió el objetivo de ser competitivos y llegar a instancias finales. Estamos siendo actores relevantes del torneo. He sentido que los niños que pertenecen al club se sienten identificados. El miércoles quedó gente afuera del gimnasio.
¿Tiene más presión Español, que ha ganado tres veces la Liga Nacional?
Español tiene un presupuesto mayor, han sido favoritos todo el torneo. Corren con esa presión. Nosotros no tenemos nada que perder.
¿Cómo ha sido dirigir un club y no una selección?
Ha sido intenso. Hemos tenido que reestructurar muchas cosas donde el club funcionaba mal, sobre todo en el desarrollo de jugadores y series formativas. Me he sentido bien, apoyado por la dirigencia y la gente me acogió de maravilla. Estoy contento en Ceppi.
¿Cómo es su trabajo en las series menores del club?
Estoy a cargo de las divisiones inferiores. Cuando llegué se hizo una evaluación de series menores, trajimos entrenadores nuevos y voy a dirigir a la Sub 19 que jugará el torneo Domani. Mi sentido de vida es llevar el básquet a los más chicos.
¿Vio a Chile en el Sudamericano sub 17?
Tuve la oportunidad de ir a ver Chile contra Brasil.
La Roja defendía el título que ganó con usted, ¿Qué piensa del rendimiento que tuvo en el torneo?
Es un fracaso lo que pasó en la Sub 17. Pasar del primer lugar, ser campeones, defender el título sudamericano, a jugar en casa y salir sextos, perdiendo tres partidos, por donde se mire es un fracaso. Lo que más me preocupa es que se invirtió para ese equipo. Se hizo planificación, se fue a Europa, estuvieron en el Real Madrid... Tuvieron gira a Uruguay, Argentina, y se pierde el primer partido con Ecuador. Más encima que el head coach (el argentino Daniel Frola) diga que se ponen nerviosos los jugadores, que por eso perdieron, después de un año y medio de preparación, da mucha lata. Creo que se pierde el trabajo y respeto que habíamos ganado desde hace 10 años, desde que Manuel Córdoba estaba en las inferiores, hasta que salí yo, donde pudimos competir en premundiales y torneos con los mejores. Muchos sentimientos encontrados.
¿Cortar su proceso dio paso a este fracaso?
No sé si directamente, pero mi trabajo de dos años dio resultados, siendo campeón sudamericano después de 80 años. Ni yo me esperaba que me pudieran sacar de un proceso así. ¿Por qué si los resultados y la manera de trabajar fue la óptima, por qué cortar un proceso de esa manera? Creo que no correspondía. Presenté un proyecto para trabajar con la misma generación con miras a los Panamericanos 2023 y no se pudo llevar a cabo, me dijeron que no había recursos y después de que terminó mi contrato, no volvieron a renovar.
Usted acusó que no le dieron una razón para su despido. ¿Eso sigue así?
Lo que (Daniel) Frola declaró en la prensa fue que prácticamente yo quería su puesto de trabajo, lo que no era real. Nunca quise tomar su puesto ni me interesaba. Él era mi asistente y yo el head coach de la Sub 17. Mi interés era seguir trabajando con esa generación con la que tengo todavía una muy buena relación. Con Maxwell Lorca, Ignacio Arroyo, que son piezas fundamentales de ese grupo, con Kevin Rubio también, con todos tengo buena relación. La idea era que esa generación que fue campeona sudamericana se pudiera trabajar de aquí a cinco años, con torneos y giras internacionales, teniendo un preparador físico full time, viendo las realidades de cada jugador. Ya di un poco vuelta la página y estoy con el proyecto de Ceppi, donde me dieron todas las herramientas que no pude tener con la generación dorada.
Futuro en el exterior
Arroyo debutó en liga ACB, Lorca está en la NCAA, Rubio, en Argentina. ¿Qué futuro les ve?
Tienen todo el potencial para llegar a lo más alto. Encuentro increíble que Nacho Arroyo esté jugando en la segunda mejor liga del mundo y teniendo minutos. Nadie en Chile había jugado a ese nivel. Haber sido parte del impulso para que se fuera a España me tiene orgulloso. Lo mismo Maxwell, que es un jugador excepcional. Si o sí tiene que estar en la selección, independiente de que se tenga que pagar un pasaje para que venga. Esas cosas no se pueden cuestionar cuando se trata de un jugador con tanta calidad. Es el mejor cinco de los últimos 30 años en el básquet chileno. Que un jugador de 2,08 metros corra la cancha más rápido que ninguno es clave para la selección. Esa selección debería seguir trabajando duro, pero ya llevan casi un año sin verse.
¿Le gustaría dirigir nuevamente alguna selección?
Me encantaría siempre estar aportando al básquet chileno. Con la experiencia de haber sido jugador, seleccionado nacional, entrenador y haber conseguido el título sudamericano.