Garcés arriesga dos años por dopaje
La muestra del meta de Antofagasta arroja la presencia de dimetilbutilamina, que se encuentra en quemadores de grasa. El arquero no lo informó, pero alega inocencia. El club nortino anuncia una investigación para saber quién le suministró la sustancia. El guardameta pedirá la contramuestra. La comisión debe citarlo.
Paulo Garcés sufre el golpe más duro de su carrera. Ni siquiera comparable con los decisivos errores que ha cometido en partidos definitorios en los que defendió a la UC y a Colo Colo. El arquero de Antofagasta arrojó positivo en el control antidopaje al que fue sometido después del encuentro frente a O'Higgins (18 de marzo). Fue suspendido provisionalmente y, si es considerado culpable, arriesga un castigo que parte en dos años de inactividad.
Otro mazazo que se suma a los infortunios que ha sufrido durante la temporada producto de las lesiones que lo han afectado y que le habían impedido actuar frente a Audax Italiano y Deportes Temuco. El duelo entre Pumas y celestes (3-2) se disputó en la Segunda Región y corresponde a la sexta fecha del Campeonato Nacional. La muestra de orina que se le tomó al guardameta después de ese encuentro arrojó la presencia de dimetilbutilamina (DMBA), una sustancia que habitualmente se encuentra en los quemadores de grasa. Las disposiciones del Código Mundial Antidopaje y del Reglamento Nacional de Control de Dopaje la consideran estimulante. Por la misma razón, su consumo está prohibido por las regulaciones deportivas.
El club ordenó el inicio de una investigación en profundidad a nivel interno que conduzca a determinar cómo el portero consumió esa sustancia y, eventualmente, quién se la suministró. También se buscará establecer por qué no fue informada oportunamente por el cuerpo médico del club, tal como confirman desde la Comisión Nacional de Control de Dopaje. La notificación a esta instancia habría evitado la posibilidad de que Garcés fuera castigado, pues lo habría eximido de culpa.
"Nuestra institución se encuentra reuniendo antecedentes para comprender la situación en forma integral, dado que obedecería al consumo de un suplemento alimenticio ingerido por el jugador que contenía un producto 'adverso', el que no estaba informado en su rotulado. Este hecho ha ocurrido en casos anteriores y recientes", consigna la entidad a través de un comunicado que emitió horas después de que se conociera la información. Uno de esos casos cercanos es el de Arturo Sanhueza, quien había declarado el consumo de un quemador de grasas.
Garcés tiene siete días para solicitar la realización de la contramuestra. Además, si bien el citado código contempla una sanción mínima de dos años, el deportista tiene la posibilidad de apelar a un eventual castigo y recibir alguna rebaja en la condena si se determinase que no tuvo culpa al consumir el citado componente.
En esa línea, al menos a nivel institucional, el Halcón ha manifestado que no actuó con dolo, precisamente lo que se sanciona en estos casos. "Paulo Garcés expresa su total ausencia de culpa al consumir un producto que era conocido, frecuente y de carácter inofensivo. Y su intención de colaborar con las autoridades que fiscalizan y está dispuesto a entregar sus descargos a la Comisión Nacional de Control Antidopaje", agrega la comunicación emitida por los Pumas.
En el club nortino manifiestan que el portero está naturalmente afectado por la noticia, que pone en riesgo su carrera deportiva. "Hablé con él y no entiende mucho, pero, imagínate, el tema es complejo. Estamos recopilando información", dice el presidente del club, Jorge Sánchez.
El más cercano al calvario que comienza a vivir Garcés ha sido el técnico Gerardo Ameli. "Hablé con él durante toda la tarde (de ayer) y, sin duda alguna, confío plenamente en lo que está diciendo", afirma el estratega, en una muestra de apoyo hacia su pupilo.
La Tercera intentó comunicarse con Garcés, quien no atendió los llamados.
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