García por dos

Manuel García y Santiago García
Manuel, arquero de Recoleta, a la izquierda, y Santiago, central de La Calera, a la derecha.

El menor es Santiago, de los mejores del torneo, el cerrojo de La Calera. Nació primero Manuel, que juega como arquero en Recoleta, en la Segunda División. Dos confundibles hermanos mellizos argentinos que destacan en el fútbol chileno.



“Yo no me llamo Juan Manuel. Cuando llegué a Chile me pusieron así y quedó, pero en mi vida me llamé Juan Manuel. Y no iba a andar corrigiendo a todo el mundo. Hasta mi vieja se enteró. Cuando supo se enojó”. Manuel García lo cuenta con un mate en la mano y una sonrisa. Es arquero de Recoleta, en la Segunda División. Su hermano mellizo Santiago, oficialmente el menor, es defensa y figura de Unión La Calera. Inseparables y confundibles desde que nacieron en Rosario con 25 minutos de diferencia hace 32 años.

“Hasta que me fui a Europa, hacíamos todo tipo de actividades juntos”, relata Santiago. “De ir a inglés particular, hasta jugar fútbol, tenis, hacíamos todo junto”. subraya Manuel, que añade: “Y nos confundían. Cuando estábamos en el primer equipo de Rosario, el entrenador no nos reconocía. Así que Santiago se puso los guantes y yo me fui a jugar con el resto del equipo. Le empezaron a patear a Santiago desde lejos y no atajaba una. El profe no sabía qué pasaba. Después de un rato nos echamos a reír y le contamos. Si no, no nos reconocía”.

Una relación sana que debió separarse cuando Santiago partió de Rosario Central al Palermo (Italia), en 2010. Fue el defensor calerano quien tuvo un rápido ascenso al primer equipo. Manuel permaneció como portero suplente de los Canallas hasta 2016, sin disfrutar de muchas oportunidades para jugar: “De arquero es más difícil. Un jugador de campo puede debutar mucho más temprano y el arquero siempre tiene que esperar o irse a otro lado. Pero Rosario tiene una magnitud súper grande y mantenerme 12 años en un plantel profesional también es un logro”. Santiago complementa: “Yo me fui pero también anduve dando vuelta los dos primeros años, jugando poco. A lo mejor fue un logro haber emigrado, pero no jugué demasiado. Casi a los tres años de estar en Europa me fui estableciendo y luego tuve la posibilidad de irme a Alemania”.

En el Werder Bremen, Santiago estuvo cinco temporadas, muchas de titular. Fue estando ahí cuando lo llamó su mellizo para contarle que dejaba Argentina para fichar por Deportes Antofagasta. “Al principio empiezas a buscar dónde queda, porque no sabíamos de la ciudad. Buscamos el estadio y era espectacular. Y cuando llegó le encantó. Te dabas cuenta de que era un lugar ordenado”, indica el zaguero. Fueron los Pumas quienes le agregaron el Juan al nombre de Manuel.

“Tengo los mejores recuerdos de Antofagasta, la pasé muy bien allí”, asegura el portero, que vistió la celeste entre 2016 y 2017. Uno de sus partidos más recordados tuvo lugar en un empate en el Monumental, mayo de 2017. Manu fue el héroe: “Los hinchas en la calle todavía me hablan por ese partido”.

Y así como el hermano, Santiago también llegó a Chile. Luego del Werder Bremen arribó al Toluca de México, donde un par de malas actuaciones en dos finales convirtieron su paso en una pesadilla. En abril de 2018, perdió la definición de la Copa MX frente al Necaxa con un autogol suyo. Un mes después, en la final de ida de la Liga MX, dos malas coberturas suyas permitieron dos goles del Santos Laguna, que terminó coronándose campeón.

“La verdad no quería volverme de Europa, pero el camino me llevó a México y ahí tuve inconvenientes. Luego tuve la oportunidad de venirme acá y ahí le pregunté a Manu qué pensaba del lugar, del club, y ni dudé”, rememora Santiago. Tras sus errores se volvió criticado por la hinchada, perdió la venia de Ricardo La Volpe y durante el segundo semestre de 2019 no jugó ningún partido. En 2020 llegó libre a Unión La Calera.

¿Qué le dijo Manuel para convencerlo? “Que Calera es súper ordenado y que en Concón iba a tener una calidad de vida tranquila. Y que en la liga chilena pasan cosas que uno no está acostumbrado, como que te paguen el cinco de cada mes. En Argentina a veces pasas tres meses sin cobrar”.

Una de las situaciones que más le ha llamado la atención al defensor -quien también se desempeña como lateral- es el mal momento de Colo Colo y la U. “Llama la atención que clubes con semejante presupuesto no puedan armar planteles más competitivos”. Manuel maneja otra hipótesis: “La cancha se emparejó. No creo que los grandes se hayan tirado para abajo, sino que los chicos han crecido mucho”.

A solo tres puntos de Católica, Santiago se ilusiona: “Está buena la competencia con la UC, no queremos sacar el pie del acelerador. Pero uno sabe dónde está: en un equipo chiquito con menos posibilidades, con menos plantel, todo nos cuesta el triple”.

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